El presidente Otto Pérez Molina dijo esta mañana que hablaría con su homólogo salvadoreño, Salvador Sánchez Cerén, para que evite que entre en vigencia el impuesto a vehículos pesados, pues considera que este impuesto resta competitividad y reduce el crecimiento del comercio.
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Pérez Molina consideró que esta decisión no facilita el comercio en Centroamérica y no recoge el espíritu del Sistema de Integración Centroamericano (SICA), sino al contrario, lo que hace es poner más obstáculos cuando lo que se busca es facilitar el comercio.
El Salvador implementaría desde hace seis meses en las aduanas un sistema de rayos X para todos los furgones que transporten mercadería con un valor de US$18, por lo que transportistas y empresarios se han opuesto a que se aplique este sistema.
Sin embargo, el expresidente de El Salvador, Mauricio Funes, envió una petición a la Asamblea Legislativa del vecino país para que se considerara la suspensión del cobro de US$18 por la inspección no intrusiva de furgones que transporten mercadería, por lo que se suspendió 180 días, pero entra en vigencia el próximo 16 julio.
Transportistas advirtieron de nuevas protestas si esta situación persiste.