Después de que uno de sus proveedores en China fuese acusado de explotación laboral de menores, la surcoreana Samsung interrumpió los envíos desde la fábrica afectada, informó hoy la empresa líder en ventas de smartphones en el mundo.
La decisión es temporal, informó la compañía. Si nuevas investigaciones prueban que efectivamente la empresa contrataba de manera ilegal a menores, «Samsung interrumpirá para siempre sus negocios con el proveedor en base a su política de tolerancia cero».
La organización con sede en Nueva York China Labor Watch (CLW) denunció a Samsung por el hecho de que una fábrica de Shinyang Electronics en Dongguan, en el sudeste de China, emplea supuestamente «a niños sin contrato de trabajo durante 11 horas al día y les paga por 10 horas». CLW aseguró que Samsung viola sus propias reglamentaciones internas.
A finales de junio, Samsung halló indicios de una actuación ilegal. También las autoridades chinas investigan el caso.
La firma surcoreana asegura que lleva a cabo inspecciones regulares entre sus proveedores. Tras acusaciones de emplear a menores en 2012, Samsung obliga a sus suministradores a comprobar la identidad de los empleados al contratarlos.