Las finanzas públicas de Guatemala se han visto en aprietos en los últimos años derivado por la baja en la recaudación fiscal y, según analistas, esto se debe a la sobrestimación de las metas

Y otros problemas como la defraudación y corrupción aduanera, la evasión fiscal y una ineficiencia clara de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) para realizar una verdadera supervisión, control y fiscalización en la captación de gravámenes.

El 2011 fue un buen año para la SAT, que recaudó Q40.3 millardos en impuestos, es decir, Q1.5 millardos más sobre la meta fijada para ese periodo, de Q38.8 millardos.

Sin embargo, las cifras se tornaron de color rojo en el 2012, pues la SAT no pudo cumplir con la meta de recaudar Q43.6 millardos y solo consiguió Q42.8 millardos, lo que supuso Q0.8 millardos menos de lo esperado.

Pero el escenario económico se complicó aún más para el 2013, ya que se aprobó un presupuesto de Q50.4 millardos –el más grande en la historia de Guatemala– y la meta de Q49.1 millardos no se cumplió.

EL año pasado solo se logró recaudar Q46.3 millardos, es decir Q4.0 millardos menos que el presupuesto y 2.8 millardos menos que la meta de recaudación.

Todavía no se sabe con exactitud lo que pasará en el 2014, aunque las cifras preliminares apuntan a que será difícil cumplir con la recaudación de Q51.5 millardos.

No obstante, expertos consideran que se deben emprender acciones urgentes para frenar el declive de las finanzas públicas y sobre todo, se debe considerar la posibilidad de debilitar aún más la recaudación con nuevas leyes.

Y es que a pesar de que las finanzas públicas muestran un deterioro cada vez más grande, la situación podría empeorar si se aprueba la iniciativa de ley “Promoción de inversiones y empleo”, que según la SAT es desfavorable para los ingresos tributarios.

El dictamen DCC-SAT-25-2014 realizado por el Directorio de la SAT indica que con la vigencia del proyecto de ley se espera como impacto inicial, una reducción en la recaudación equivalente a Q 1,295.5 millones, actualmente recaudados por impuestos internos (2.9% de la recaudación total, 0.3% del PIB).

Asimismo, aunque no puede precisarse con exactitud, se esperaría una reducción en los impuestos sobre las importaciones, o al menos un rezago en la recaudación de los mismos, bajo el supuesto que se destine la totalidad de la producción de las empresas acogidas al nuevo régimen al mercado nacional. Además, indica que en la recaudación tributaria podría tener una reducción de ingresos por lo menos de Q 2221.2 millones que corresponden a la recaudación de impuestos internos.

INGRESOS SOBRESTIMADOS

Walter Figueroa, del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI), considera que los ingresos tributarios se sobrestimaron en los últimos años y por eso no se cumplen las metas, y también debe revisarse el funcionamiento de las aduanas.

Para el 2012 se planteó una reforma tributaria y, según  estimaciones del Ministerio de Finanzas, la recaudación del Impuesto Sobre la Renta (ISR)  iba a aumentar alrededor del 42 por ciento, pero finalmente solo fue de 26 por ciento.

Por otro lado, el Banco de Guatemala refiere que en términos macroeconómicos el país está creciendo bien; para el 2013 hubo un crecimiento del 3.9 por ciento y para el 2014 se espera  entre 4 y 4.5  por ciento.

“No puede ser posible que por un lado el Banguat diga que se está creciendo a ritmos considerables, y las importaciones estén reflejando un estancamiento (…) eso quiere decir que algo está pasando en las aduanas, opina Figueroa. “Eso no es otra cosa que el incremento de la defraudación aduanera y la cooptación de las aduanas”, indicó.

A criterio de Figueroa, las aduanas son “el talón de Aquiles” de la SAT, ya que aparentemente dentro de la Superintendencia “hay dos mundos” las aduanas y los impuestos internos.

Además de los delitos tributarios se ha debilitado la capacidad institucional de la SAT, que no está cumpliendo con las tareas de supervisión, control y fiscalización, indica el analista.

“En las funciones de la SAT no solo está recaudar sino es ejercer supervisión, control y coacción a quienes no pagan impuestos y parte de esa ineficiencia es el mensaje que envía el propio Presidente, ya que en lo que va en la administración de Pérez Molina se han realizado dos amnistías, entonces el mensaje que da el Presidente es quienes no pagan impuestos no se preocupen porque el siguiente año les daremos un beneficio”, agrega el experto del Icefi.

En cuanto a la iniciativa de ley “Promoción de inversiones y empleo”, Figueroa indica que, si se aprueba la legislación tal y como está en la iniciativa puede deteriorarse aún más la recaudación tributaria, porque hay varios vacíos legales.

REFORMA TRIBUTARIA CON RECORTES

Carlos González Arévalo, de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asies), indica que las metas de recaudación no están elaboradas con base a la realidad. “Nos ponemos metas porque de alguna manera nos tenemos que comprometer con algo para justificar al Superintendente del porqué está allí”, dice.

González Arévalo coincide con Figueroa al asegurar que se está sobrestimando la meta de recaudación porque no se están tomando en cuenta los escenarios macroeconómicos nacionales e internacionales.

“Los cálculos que se tenían obviamente no se iban a cumplir, pero el telón de fondo es que la reforma tributaria realizada en 2012 tuvo muchos recortes en el camino, debido a la baja en el Impuesto de Circulación de Vehículos; hubo una serie de recursos de inconstitucionalidad presentados por varias gremiales empresariales que obligó a sacar una ley que le recorta unos dientes a la SAT para poder hacer una mejor fiscalización”, expresa.

Por otro lado, explica que existen pocas o reducidas  capacidades técnicas para detectar la evasión fiscal y el contrabando, el cual se ha intensificado por las aduanas con consentimiento probable del personal.

“A la SAT lo que le falta son procedimientos para enfocarse en los contribuyentes grandes y no perder el tiempo en empresas pequeñas o personas individuales; entonces hay que centrarse en grandes empresas donde puede haber algún riesgo de evasión fiscal”, señala González Arévalo.

Según el experto, prevalece la presunción de corrupción en el tema fiscal y considera que la baja en recaudación puede impactar severamente en el gasto.

FALSEAN INFORMACIÓN
 
Jorge Santos, del Centro Internacional para Investigaciones en Derechos Humanos (CIIDH), considera que hay información de la política fiscal en el país que se “falsea”, y se esconde una serie de problemas derivados de la Ley de Actualización Tributaria.

El analista también se refiere a los problemas políticos que fueron evidentes entre el ex superintendente Miguel Gutiérrez y el exministro de Finanzas Pavel Centeno. “Había una divergencia profunda que superaba los Q2 mil 500 millones; Gutiérrez manifestaba que era menor la recaudación que se iba a recibir y Centeno en una insistencia más que técnica política mintiéndole a la ciudadanía sobre la temática de la recaudación tributaria y este año no es la excepción”.

A criterio de Santos, parece que el problema de la recaudación también supera el ámbito de lo técnico y entra en una mera necesidad política del Gobierno de turno “de aparentar algo que jamás va a lograr y que no toma decisiones acertadas, tanto en el fortalecimiento de la SAT como de la destitución del Superintendente, como lo establece la Ley Orgánica de la SAT”.

Sin lugar a dudas hay un alto porcentaje de la ineficiencia de parte de la SAT, la cual se ha evidenciado en estos últimos dos años, porque consecutivamente no se está alcanzando la meta de recaudación, “entonces existe por un lado una decisión política permanente y constante de falsear la información en instancias públicas incluyendo al Ministerio de Finanzas y la SAT y las altas tasas de ineficiencia por las cuales los niveles de recaudación no se han alcanzado”, puntualiza Santos.

Para este reportaje, la SAT no contribuyó con la información solicitada sobre las metas de recaudación.