Si los “niños migrantes” fueran venezolanos; ¡Uf!


Martin-Banus

Ahora resulta que aparecen varios miles de niños guatemaltecos, –aparte de los millones que deambulan paupérrimamente por todo su miserable país–, huyendo de esta realidad de hambre y de muerte. 58 niños por día. Los marielitos cubanos son poca cosa. ¡Vaya pues!

Martín Banús M.
marbanlahora@gmail.com


Niñas violadas, niños asesinados y extraviados, mujeres prostituidas, hombres vejados, etc., por la pinche situación de muerte y desesperanza en su propio país, que los gobernantes son incapaces, –por lo menos–, de denunciar como inmanejable…
 
Los estadounidenses tienen en verdad un problema serio. Para ellos, los “latins” son una plaga social que les ha quitado trabajo y representan además, –seamos francos–, ¡una cultura que detestan!

Todo este problema de la inmigración ilegal a EUA, es una consecuencia de lo que ha sido y es, la política exterior americana en nuestros países. Saquearon, experimentaron, golpearon, derribaron, contaminaron y robaron, y ahora  su cacareada regla de “libre oferta y demanda”, los está atormentando. Qué cierto es que el destino alcanza y que se paga cosechando lo que se cultivó.

Los “americanos” coartaron en estos países, todo proceso verdaderamente democratizador, civilizador y desarrollador  y ahora sufren, –producto de su desgraciada injerencia corrupta y corruptora–, una inmigración ilegal cada vez mayor.
 
Por otro lado, noticieros como CNN en Español, –tan genial y perversamente dirigidos–, llaman a esa espantosa tragedia social, simplemente, el “fenómeno de los niños migrantes”, teniendo buen cuidado en no asociar con la severidad y el rigor que deberían–, las condiciones de subdesarrollo general, criminalidad y corrupción de sus países de origen, mismos en los que Estados Unidos tiene un catálogo de injerencias, abusos, sobornos, manipulaciones, espionajes y golpes de Estado. ¡Ah! Pero si hubieran sido niños venezolanos migrando solos, ¡ahí sí! Estarían en transmisión permanente, –como cuando las manifestaciones en Caracas–, entrevistando a los niños, sacando llantos, dramas, golpes, historias de indiferencia estatal, la crueldad e irresponsabilidad de los gobiernos que causaron semejante e histórica migración. Maduro estaría siendo señalado como déspota y un hijo de p…, pero como en este caso se trata de estos paisuchos, “inviables” y manejables con unos pocos dólares, pues la noticia se debe manejar de otra manera: ¡Salud: Janiot, Rincón, Cala y compañía!
 
Este episodio seguirá haciendo presión sobre aquella reforma migratoria que algún día cuajará, no sin pagarse un precio altísimo en vidas preciosas y únicas. Una de ellas, la de nuestro niño guatemalteco, Gilberto Ramos (15). Su pequeño cuerpo fue encontrado en avanzado estado de descomposición, sin camisa. “Probablemente murió de insolación, pero aún conservaba el rosario que su madre le había dado”. Su idea: Estudiar y trabajar con esperanza, ¡No pudo hacerlo en Guatemala!

Que la Primera Dama haya ido a “constatar” que los niños están cuidados y atendidos, estuvo bien, ¿pero y ahora qué?

¡Ah! Ahora, iniciarán una campaña exigida por Kerry, dirigida a “concientizar” padres de familia para que “no permitan” que sus hijos se vayan solos. Como que si yéndose con sus padres fuera diferente. Además, son los mismos padres los que los motivan a que huyan de las maras y de la falta de oportunidades reales, producto de la porquería política acumulada en setenta años.

Lo que tanto le han criticado a Cuba, se comenzará a aplicar aquí: Políticas restrictivas migratorias, para que ya no se deje pasar a los niños ni a los adultos, ojo, desde la misma frontera nacional. Pero será en vano: Primero porque el mismo policía de migración quiere irse y segundo porque  el migrante prefiere arriesgar su vida yéndose, a arriesgarla quedándose.

Cada vida perdida irá haciendo consciencia y calando, hasta que la estupidez de esa cerrada política migratoria, de ese país de inmigrantes, sea insostenible hasta para el más imbécil republicano.
 
Pero lo peor de este drama que ya se está olvidando, es que seguirá igual, sin posibilidad de cambio, hasta que los mismos gringos, –qué ironía–, decidan hacer algo. Eso, repito, ¡es lo peor! Sí; no sería de extrañar que sean ellos mismos los que ingenien e impulsen una “variedad de democracia para el desarrollo”, en la cual se restrinjan los derechos con el lema: “Por cada obligación cumplida, un derecho adquirido”…

No, no es que el sistema nuestro se haya agotado, porque en realidad nunca funcionó, sino que todo brote político habido en aras del desarrollo social, lo han llamado perversamente “comunismo”, ¡y he ahí pues! ¿Idiotez o criminales? ¡Difícil saberlo!

¿Acaso no es más fácil comprender hoy a Arévalo y a Árbenz?

Es verdaderamente desconsolador que uno de nuestros hijos haya ido a morir en un país extraño, hostil con los inmigrantes como él, deshidratado y aventurado mortalmente en un desierto sofocante. ¡No hay palabras!

¡El 50% de los guatemaltecos se iría si tuvieran trabajo, o alguien que los ayude en EUA!