La visita de la canciller alemana, Angela Merkel, a China, continuó hoy con una visita al primer ministro, Li Keqiang, en Pekín, y con la firma de acuerdos millonarios entre empresas alemanas y chinas.
Está previsto que más tarde Merkel se reúna con el jefe de Estado y partido, Xi Jinping, en la capital china, la última estación de su visita de tres días que termina mañana martes.
Durante la visita, la automotriz alemana Volkswagen acordó con su socio chino First Automotive Works (FAW) la construcción de dos nuevas fábricas en el país, una en la ciudad portuaria de Qingdao y otra en Tianjian, cerca de Pekín, por una inversión total de 2.000 millones de euros (más de 2.700 millones de dólares).
Además, el fabricante de aviones europeo Airbus Group (la anterior EADS) suministrará 100 helicópteros por unos 300 millones de euros a China, que tendrán «fines civiles», señalaron círculos de la delegación alemana. Treinta de ellos serán para la firma Biayun General Motors Aeronautics y otros 50 a la empresa Xinmei.
Las aerolíneas Lufthansa y Air China firmaron también una declaración de intenciones para fundar una joint-venture y para ampliar a partir de octubre su cooperación con nuevas ofertas y conexiones de vuelos, mientras la institución ferial Deutsche Messe AG acordó que China será el país invitado de la mayor feria informática del mundo, la Cebit de Hannover, en 2015. Tras conversaciones en el Gran Salón del Pueblo en Pekín, Merkel y Li se mostraron satisfechos por ampliar la cooperación económica, mientras la mandataria alemana pidió un mejor acceso al mercado, una mayor transparencia y condiciones de igualdad para las empresas alemanas en el país asiático.
«Nuestro empresariado desea tener un acceso al mercado (chino) aún más amplio», señaló al tiempo que dijo que Alemania está abierta a los inversores chinos. La canciller añadió que un exitoso desarrollo de la economía y de los derechos humanos y el Estado de derecho van de la mano.
Li aseguró a Merkel que la nueva cúpula china quiere mejorar el Estado de derecho en el marco de las reformas económicas, pero reconoció que aún hay mucho por hacer, en un país de 1.300 millones de habitantes donde aún hay mucha pobreza y falta de coordinación.
Sin embargo Merkel no se refirió públicamente a casos concretos, como el del artista chino Ai Wei Wei, que quiere visitar su exposición en Berlín abierta hasta el 13 de julio, sin que las autoridades se lo permitan.
Li abogó por un respeto mutuo sobre el diálogo de cuestiones de derechos humanos y dijo que China y Alemania son dos estados socios e influyentes para mantener la paz mundial.
Merkel informó a Li sobre la evolución financiera de Europa y agradeció a China su apoyo en la crisis de deuda. «La situación de la economía mundial es complicada», dijo Li. «Hay buenas y malas noticias».
La economía china creció en el primer trimestre del año un 7,4 por ciento, un dato bajo para el país.
Pese a la presión a la baja, el primer ministro rechazó nuevas medidas para impulsar la coyuntura y se mostró a favor de «impuestos con un objetivo concreto», reformas, cambios estructurales e incentivos a pequeñas y medianas empresas, dijo Li. Esa política ya mostró «avances» y estabilizó la economía en el segundo trimestre, defendió.