Situación de emergencia


Editorial_LH

El fuerte temblor que afectó esta mañana a todo el territorio nacional tuvo efectos serios especialmente en la zona del altiplano occidental del país, región que en los últimos años ha sufrido devastadores fenómenos naturales. Como es costumbre, primero llegaron las informaciones del Servicio Geológico de los Estados Unidos que las de las autoridades guatemaltecas que empezaron a reaccionar casi una hora después del sismo y con notables diferencias en cuanto a la magnitud y profundidad del mismo en el epicentro, y fueron los usuarios de las redes sociales quienes ofrecieron la información más relevante, mucho antes que las fuentes oficiales.


El caso es que vivimos una situación de emergencia que nos obliga a actuar no sólo con mentalidad previsora, sino que, además, tenemos obligación de exigir una adecuada gestión del esfuerzo por atender a las víctimas, sobre todo porque todas esas otras emergencias que señalamos arriba fueron terreno fértil para que los sinvergüenzas hicieran de las suyas, dando paso a una extraordinaria corrupción a costillas del sufrimiento de miles de personas.

Es importante notar que Guatemala es un país que está expuesto a muchos fenómenos naturales, destacando entre ellos los climáticos por nuestra ubicación entre los dos océanos, y los telúricos porque nuestro territorio está literalmente cruzado por importantes fallas geológicas activas. Sabiéndolo, la prevención es una tarea fundamental que no ha recibido todo el apoyo que hace falta e insistimos en que es urgente que se obligue a los operadores de telefonía móvil a transmitir gratuitamente a sus usuarios los mensajes de Conred para prevenir desastres y orientar a la ciudadanía en caso de que se produzca una situación de emergencia.

Pero también es de reclamar a la inútil Contraloría de Cuentas que en estos casos haga algo. No podemos decir que redoble su esfuerzo y vigilancia porque no se puede redoblar lo inexistente, pero sí que cuando lo que está en juego es atención a víctimas, que se sacudan su modorra y que en vez de andar pensando en privilegios para los Contralores vigilen el uso que se da al dinero destinado a la población que sufrió los embates naturales.

No podemos cambiar nuestra vulnerabilidad frente a los desastres naturales, puesto que geográficamente estamos muy expuestos y la pobreza hace mucho más riesgosa cualquier situación para la inmensa mayoría de guatemaltecos. Pero sí tenemos que mejorar nuestra capacidad de respuesta para estar preparados ante este tipo de contingencias que son parte de nuestra realidad cotidiana y que tanto daño han causado en años recientes a millares de personas.

Minutero
Si un juez tiene residencia
en casa de un sindicado
tenemos la evidencia
de que todo está fletado