Más de un centenar de hinchas sufrieron el robo de sus entradas antes del partido entre Brasil y Colombia por los cuartos de final del Mundial de Brasil dentro del perímetro del estadio Castelao de la ciudad de Fortaleza, custodiado por la FIFA, informó el portal GloboEsporte.
«Un robo u otro en las inmediaciones del estadio, infelizmente, sucede con frecuencia en todos los partidos, pero no en el volumen presentado esta vez», dijo el fiscal del centro de atención al aficionado de Ceará, Ednaldo França.
Las víctimas, en su mayoría brasileños y colombianos, tuvieron que presentarse en la oficina de la Policía Civil, que se ubica en las proximidades de la arena para formalizar la denuncia, al tiempo que exigieron ser resarcidos lo más rápido posible para poder acompañar el partido.
«Vamos a investigar lo más rápidamente posible para que los hinchas puedan ver el partido», dijo Franca, cuando faltaban 40 minutos del comienzo del choque.
Por su parte, la jueza actuante autorizó que los denunciantes pudieran ingresar libremente, pero después de que un representante de la FIFA se presentara en el lugar, lo que hasta pocos minutos antes de iniciado el partido no había sucedido.
Esa demora fue la que originó la protesta, en el marco de la cual los aficionados gritaban «¡Queremos nuestra entrada!», «¡Soy brasileño, pero que vergüenza, la FIFA no funciona!» y «¡No es fácil, en nuestro país el único que gana es el ladrón!».
«Un amigo nuestro tenía las entradas de todos y lo robaron. Eran cinco boletos y pagamos 600 reales (unos 270 dólares) por cada uno de ellos», relató uno de los hinchas afectados al diario «O Estado de Sao Paulo».
Otro joven sintió que le ponían la mano en el bolsillo y que tiraban. «Cuando miré, el muchacho ya salió corriendo. Había un policía al lado. Le avisé pero el policía se quedó parado y no hizo nada», denunció.
En tanto, otra víctima del robo contó que mientras estaba con unos amigos haciendo la fila para entrar la acorralaron tres mujeres para desviar la atención. «Cuando nos dimos cuenta ya no y teníamos más las entradas. Habíamos estado viendo los boletos minutos antes para ver cuál era nuestro portón (de entrada) y ya estábamos a pocos metros de la entrada», señaló- Por su parte, el comisario responsable por la unidad policial presente en el estadio, Romério Almeida, acusó a la FIFA de no querer colaborar.
«No tengo idea de cuántas entradas fueron robadas en total», admitió. «La FIFA no quiere contribuir. La entrada tiene nombre y las personas tienen fotos de las entradas. No les costaba nada ir hasta el lugar», afirmó.