El técnico de Bélgica Marc Wilmots recuerda ese partido en el que Diego Maradona desairó a cuatro defensores y al portero para frenar la asombrosa marchadel equipo en las semifinales de la Copa Mundial de 1986.
BRASILIA / AP
Lionel Messi es el Maradona de la actual Argentina, el rival de los belgas en los cuartos de final el sábado en Brasilia.
Wilmots recordó el viernes a Maradona como «el jugador nos fulminó y nos trae malos recuerdos. Por suerte, todo eso está en el pasado ahora. Esta es otra generación».
Messi quiere revivir esos recuerdos.
Bélgica es consciente que a Messi le sobra la clase para anotar un gol similar al que les dejó fuera en 1986, cuando Maradona pasó de largo y batió al portero Jean-Marie Pfaff.
Entonces, Bélgica andaba por las nubes por un desempeño sin precedentes. Ahora, el equipo cree que está para más, dijo Wilmots.
«Hay que pensar en una sola cosa: la final. El que esa Bélgica no tenía esa mentalidad no es mi problema», sostuvo el entrenador.
La férrea defensa belga ha sido clave en este Mundial, con Vincent Kompany, Daniel Van Buyten y Jan Vertonghen como figuras sobresalientes. Juntos, comparten la convicción de que podrán lidiar con Messi. `
«Si se desmarca de un jugador, tendrá que hacerlo con un segundo, y habrá otro ayudando», dijo Van Buyten, un veterano de 36 años.
En México 1986, Pfaff era el portero más destacado del torneo, y ahora Bélgica cuenta con Thibaut Courtois, quien no ha sido vencido por Messi en los últimos siete partidos que se han medido en el fútbol español.
Courtois viene de una magnífica temporada en la que salió campeón de la liga española con el Atlético de Madrid y su club alcanzó la final de la Liga de Campeones ante su rival capitalino Real Madrid.
En este Mundial, el único gol que ha endosado tras un penal y una atajada providencial en octavos de final preservó la ventaja ante Estados Unidos.
Al evaluar al arquero de 22 años, Wilmots destacó que «Thibaut ha cumplido con cosas extraordinarias, considerando su edad».