El jesuita Gianfranco Ghirlanda será el nuevo asistente pontificio en la tarea de renovación de la Legión de Cristo, tras los escándalos sexuales de su fundador, el sacerdote mexicano Marcial Maciel.
El director general de la Legión, el padre Eduardo Robles-Gil, expresó en una carta dirigida hoy a los legionarios que acogen «con gratitud» la ayuda que la Iglesia ofrece a través de Ghirlanda y que confían en «su experiencia y su capacidad personales, así como el conocimiento que ya tiene de la Legión».
El portavoz del Vaticano, el padre Federico Lombardi, puntualizó que Ghirlanda «un asistente y no un inspector, un comisario o un delegado».
El padre Gianfranco Ghirlanda nació en Roma el 5 de julio de 1942. En 1966 obtuvo el doctorado en jurisprudencia por la Universidad de La Sapienza de Roma. Ese mismo año ingresó en el noviciado de la Compañía de Jesús. En 1973 fue ordenado sacerdote y en 1978 obtuvo el Doctorado en derecho canónico por la Pontificia Universidad Gregoriana.
Ghirlanda es consultor de varios dicasterios de la Santa Sede y en 2010 fue nombrado consejero personal del delegado pontificio para la Legión de Cristo, el cardenal Velasio De Paolis.
El Vaticano había anunciado el 25 de junio que el papa Francisco nombraría a un asistente encargado de asesorar a la congregación.
Marcial Maciel (1920-2008) cometió abusos sexuales contra seminaristas, tuvo varios hijos con diferentes mujeres y era consumidor habitual de drogas.
Los Legionarios de Cristo reunidos en su Capítulo General en Roma expresaron en junio pasado su reprobación de los comportamientos «gravísimos y objetivamente inmorales» de Maciel y pidieron perdón a sus víctimas.
El papa Benedicto XVI, en 2006, le apartó de la congregación por sus «gravísimos e inmorales» comportamientos y por la vida que llevó «sin escrúpulos y sin verdadero sentimiento religioso».
El nuevo director de los Legionarios de Cristo es el mexicano Eduardo Robles Gil, nombrado por un periodo de seis años el pasado 9 de febrero.