El Gobierno de Estados Unidos anunció hoy el lanzamiento de una agresiva campaña de difusión en español para pedir a los padres centroamericanos que no envíen a sus hijos solos a cruzar la frontera de Estados Unidos y advertirles del peligro de este largo viaje para los menores.
Washington se encuentra desbordado ante la llegada en los últimos ocho meses de 52 mil niños indocumentados no acompañados a la frontera entre México y Estados Unidos, procedentes principalmente de Centroamérica. Según cálculos oficiales, su número podría a llegar a 90 mil al final de este año fiscal.
«Es importante que las familias sepan que hacer el viaje hacia el norte se ha vuelto mucho más peligroso y que no hay ‘permisos’ para aquellos que cruzan la frontera ilegalmente», dijo R. Gil Kerlikowske, responsable de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).
La campaña incluye eventos locales con medios de comunicación en español en áreas metropolitanas con alta concentración de centroamericanos como Houston, Los Ángeles, Washington, Nueva York y Miami.
También se difundirán anuncios en los medios hispanos de Estados Unidos y se harán campañas en El Salvador, Honduras y Guatemala –países de donde proceden la mayoría de los niños– para advertir a los padres del peligro del viaje desde Centroamérica a Estados Unidos. «Creí que sería fácil que mi hijo consiguiera papeles en el norte… No era cierto. Nuestros hijos son el futuro: Protejámoslos», reza uno de los carteles de la campaña.
Con esta campaña, el Gobierno de Estados Unidos trata de contrarrestar los rumores infundados diseminados por los «coyotes» de que los menores que cruzan solos la frontera no serán deportados y que obtendrán permisos para quedarse en el país.
El documento que se emite a nombre del niño detenido por la patrulla fronteriza no es un permiso, sino un aviso de comparecencia en un proceso de deportación ante un juez de inmigración, ha advertido en numerables ocasiones la administración Obama desde que estalló esta crisis humanitaria en la frontera.
El Gobierno estadounidense ha dejado claro que estos niños que cruzan la frontera serán deportados y no tendrán ningún beneficio migratorio. No sólo no tendrán papeles, sino que pueden morir o ser víctimas de la violencia en el camino.
«Los niños, particularmente, son presa fácil de ‘coyotes’ y organizaciones criminales transnacionales y pueden ser víctimas de asalto, robo, violencia, rapto, tráfico sexual y trabajos forzados», advirtió Kerlikowske.
En lo que va de este año, la patrulla fronteriza ha contabilizado más de 220 muertos en la frontera suroeste de Estados Unidos y ha llevado a cabo 14 rescates en el agua en el sector del valle del Río Grande.