El británico Andy Murray quedó hoy eliminado en los cuartos de final del torneo de tenis de Wimbledon a manos del búlgaro Grigor Dimitrov y no podrá defender el histórico título conseguido el año pasado.
Dimitrov se impuso por 6-1, 7-6 (7-4) y 6-2 y a sus 23 años alcanzó su primera semifinal en un torneo de Grand Slam. Su rival por un lugar en la final será el vencedor del choque entre el serbio Novak Djokovic y el croata Marin Cilic.
«Estoy muy entusiasmado, simplemente feliz de haber ganado el partido en sets corridos. Nunca es fácil contra Andy, especialmente delante de su público», celebró Dimitrov.
Considerado una de las promesas del circuito, el búlgaro logró hoy el triunfo más importante de su carrera ante un Murray que estuvo muy debajo del buen nivel que venía mostrando en el torneo.
El escocés había llegado hasta los cuartos de final sin perder ningún set, pero hoy lució errático y tenso en los momentos decisivos.
Tras cometer 37 errores no forzados frente a sólo 24 tiros ganadores, el británico dijo adiós en un partido de apenas dos horas de juego.
Murray, que estrenó en Londres a la extenista francesa Amelie Mauresmo como nueva entrenadora, rompió en 2013 la maldición del tenis británico en Wimbledon al convertirse en el primer local en ganar el certamen en 77 años. Pero la alegría local duró sólo un año.
«Estoy decepcionado. Él fue mejor desde el inicio hasta el final. Jugó un mejor tenis que yo en todo el partido», lamentó Murray tras el encuentro disputado en una soleada tarde en Londres.
«Debo mejorar mucho en mi juego, debo pensar qué cosas debo mejorar y trabajar duro, porque los jóvenes están madurando y jugando cada vez mejor», dijo el número cinco del ranking, que descartó haber sentido una presión especial por tener que defender el título.
«Para ser honesto, creo que manejé bien la presión. Hoy sólo fue un mal día, hice muchos errores no forzados», explicó Murray, que tampoco cree que haya sido su derrota más dolorosa.
«La derrota más dura de mi carrera fue perder la final aquí en 2012», aseguró.