Se ganaron la atención y los corazones de una nación de repente apasionada por el fútbol, que se pegó a sus televisores para ver el deporte más popular del planeta en cifras sin precedentes en Estados Unidos.
SALVADOR, Brasil / AP
Pero al final, la aventura de la selección estadounidense en Brasil terminó igual que hace cuatro años: con una eliminación en tiempo extra en la segunda ronda.
Kevin De Bruyne finalmente superó al arquero Tim Howard en el tercer minuto de los tiempos suplementarios, Romelu Lukaku agregó otro gol 12 minutos después y Bélgica derrotó 2-1 a Estados Unidos en su duelo por octavos de final.
«Lo que esperas es que tu equipo asimile esta experiencia y entienda lo que significa jugar a este nivel», comentó el técnico de Estados Unidos, Juergen Klinsmann. «Lo que significa esta intensidad, este ritmo, la exigencia».
«Y no sólo los entrenamientos. Es un estilo de vida», agregó el alemán, quien dirigió a una joven selección de su país natal en el Mundial de 2006.
Klinsmann implementó un proceso de renovación que espera que rinda frutos en los próximos años. No convocó al veterano Landon Donovan, el máximo goleador en la historia de la selección, y en cambio probó a jóvenes como Julian Green, de 19 años, y quien metió el gol a los 107 minutos que acercó a los norteamericanos.
Ese tanto fue insuficiente, y Estados Unidos corrió la misma suerte que hace cuatro años cuando Ghana lo eliminó en octavos de final en Sudáfrica. «Tienes que tragarte un partido así y buscar la manera de pasar la página», señaló Klinsmann.
La convocatoria de Green, un futbolista de Bayern Munich con doble nacionalidad alemana y estadounidense, ocasionó cierta polémica por su poca experiencia. Klinsmann afirmó que continuará buscando jugadores en todos los rincones para fortalecer su plantel.
«Tenemos que encontrar nuevas formas de meter nuevos jugadores en nuestro programa», comentó el timonel. «Hay algunos de nuestros jóvenes que no están listos todavía».
Señaló que espera ver los resultados de su reclutamiento en el ciclo de los próximos Juegos Olímpicos de 2016 en Río de Janeiro, al igual que la Copa América que se realizará ese mismo año en Estados Unidos. El arquero Tim Howard, a sus 35 años el jugador más veterano en esta selección estadounidense, cree que lo mejor está por venir.
«Volveremos. Tuvimos una probadita y queremos más», afirmó.