Google ha empezado a eliminar algunos resultados de sus búsquedas a petición de los usuarios, después de que una sentencia reconociera el pasado mayo el derecho de los ciudadanos de la Unión Europea a pedir la retirada de información irrelevante o bochornosa que aparecía al buscar su nombre.
Varias semanas después de la decisión del Tribunal Europeo de Justicia sobre el llamado «derecho al olvido», la empresa estableció una interfaz en Internet para que los usuarios registrasen sus quejas.
Google empezó a retirar algunos resultados esta semana, según confirmó el portavoz de Google Al Verney, pero tiene un historial de solicitudes atrasadas que revisar. Cada petición, señaló, «tiene que evaluarse por separado».
Google sólo borra la información que aparece en sus listas de resultados. La empresa no tiene control sobre la información colgada en otros sitios web.