El nuevo presidente ucraniano firmó hoy un pacto comercial y económico con la Unión Europea, acercando su golpeada nación a la órbita europea y disgustando a Rusia, que advirtió sobre consecuencias no especificadas.
El presidente Petro Poroshenko, radiante de felicidad, calificó el acuerdo como «quizás el día más importante para mi país» desde que se independizó de la Unión Soviética en 1991.
Simultáneamente, los líderes de la Unión Europea resolvieron hoy abstenerse se imponer de inmediato más sanciones a Rusia por desestabilizar el este de Ucrania. Sin embargo, dijeron en un comunicado que han preparado nuevas sanciones y que podrían imponerlas «sin demora».
La UE dio al gobierno ruso y los rebeldes en el este de Ucrania plazo hasta el lunes para tomar medidas que mejoren la situación, incluso un mecanismo de verificación del cese de fuego, la devolución de tres cruces de frontera a Ucrania, la libertad de todos los cautivos y el inicio de «negociaciones sustanciales» sobre la base del plan de paz del presidente ucraniano.
El predecesor de Poroshenko, Victor Yanukovich, se abstuvo de firmar el acuerdo en noviembre y las violentas protestas que sucedieron a esa acción derrocaron su gobierno, suscitando una insurgencia en el este y la anexión por parte de Rusia de la península de Crimea.
Los acuerdos convenidos el viernes permiten a las antiguas repúblicas soviéticas de Ucrania, Moldavia y Georgia comerciar libremente con cualquiera de los 28 miembros de la Unión Europea sin gravámenes ni restricciones, siempre y cuando sus bienes y prácticas cumplan con las normas de la UE. Igualmente, los bienes y servicios de la UE serán vendidos con mayor facilidad y menor costo en esas tres naciones.
Los vínculos más estrechos entre Ucrania y la UE se han visto obstaculizados por la oposición de Rusia. Moscú está indignado de ver esfumarse su antigua influencia en Ucrania, que considera la cuna del estado ruso y de la cristiandad ortodoxa rusa.
«Indudablemente habrá consecuencias graves por las firmas de Ucrania y Moldavia», advirtió el vicecanciller ruso Grigory Karasin.
Por su parte, la compañía estatal de gas rusa Gazprom dijo que limitaría las ventas de gas natural a países europeos que piensan revender el fluido a Ucrania.
El presidente de Gazprom, Alexei Miller, dijo el viernes que la compañía está atenta a la situación y podría limitar el envío en vista de esa reventa a Ucrania, que calificó de «plan semifraudulento». No dijo cuáles serían esos países. Gazprom redujo los envíos de gas a Ucrania en medio de una disputa por deudas y precios.
Georgia ya ha perdido varios sectores de su territorio, incluso en las costas del Mar Negro, ante rebeldes respaldados por Rusia después de una breve guerra con Rusia en 2008.
En la Plaza de la Independencia de Kiev, el escenario de las protestas que derrocaron a Yanukovich, se planeaba una manifestación el viernes después de la firma del acuerdo, que según expertos de la Comisión Europea aumentará el ingreso nacional ucraniano en 1.200 millones de euros (1.600 millones de dólares) por año.