Son los “Coyotes”, estúpidos


Editorial_LH

La célebre frase de Jim Carville explicando la raíz de los problemas que podrían hacer ganar a Clinton su primera elección presidencial nos puede servir para enfatizar que el gobierno tiene que entender cuál es la raíz del problema de la migración masiva que se está dando de niños hacia Estados Unidos, lo que ha generado una enorme crisis humanitaria porque los niños llegan a quedar hacinados en cárceles y centros de detención en ese país sin que sus padres se acerquen a reclamarlos por miedo a que puedan a su vez ser detenidos.


Es cierto que los niños centroamericanos sufren falta de oportunidades y las consecuencias de la violencia. Eso es indiscutible y constituye razón suficiente para que cualquiera quiera emigrar porque aquí no hay condiciones adecuadas para mejorar su nivel de vida. Sin embargo, en el último año no ha habido un cambio dramático de condiciones en esos temas como para explicar por qué, de la noche a la mañana, se produce ese incremento brutal en el número de menores que viaja a Estados Unidos. Por supuesto que entendemos y creemos que es válido el argumento de que mientras haya condiciones deplorables y falta de oportunidades, además de que la violencia asola a nuestros pueblos y entrar a una mara es mejor opción para muchos jóvenes que terminar sus estudios, seguirá habiendo migración.
 
 Pero esta oleada no es casual, no es producto de una mágica condición que impulsa a millares a viajar ilegalmente. Es, simple y sencillamente, tarea de hábiles Coyotes que están cobrando un dineral para llevarse a los niños bajo la falsa promesa de que los que entren antes de que se apruebe la reforma migratoria se podrán quedar allá sin problema. Están cobrando casi 10 mil dólares por niños y ese dinero lo están pagando los padres de familia que viven en Estados Unidos y que se han ilusionado con la idea de reunirse con sus hijos y facilitarles la estadía legal en ese país.
 
 Lo que el gobierno tiene que hacer es dirigir sus investigaciones y esfuerzos a controlar el tráfico que realizan los Coyotes. Aliviar el drama humanitario de los niños es importante y necesario, pero lo único que realmente servirá ahora es contener el flujo y eso depende de que se pueda evitar que los Coyotes sigan haciendo su inhumano negocio que está resultando hoy mucho más rentable que hace unos cuantos meses, porque sin duda que encontraron la gallina de los huevos de oro.

Minutero
Ese drama humanitario
tiene un fondo monetario;
los Coyotes hacen plata
dedicándose a la trata