Argelia se citará mañana con la historia ante una angustiada Rusia: mientras a los africanos les sirve un punto para entrar en los octavos de final del Mundial de futbol de Brasil, el conjunto de Fabio Capello ni siquiera depende de sí mismo.
Curitiba, Brasil / dpa
El Arena da Baixada de Curitiba será testigo de un partido decisivo para la resolución del Grupo H, integrado también por Bélgica y Corea del Sur.
A Argelia sólo le falta dar un paso más, el más difícil, para hacer historia. Tiene ante sí la oportunidad de clasificarse para octavos de un Mundial por primera vez en su historia y un simple empate le serviría para hacer enloquecer a toda una nación.
No hay margen de error: ni para el próximo organizador del Mundial ni para el entrenador italiano, cuyo cargo comenzaría a ser muy cuestionado si su equipo cae en la primera fase del torneo brasileño.
El conjunto de Capello está en el peor escenario posible, pues no depende de sí mismo. «Ante Argelia solamente nos sirve ganar. Un empate no resuelve nada», resumió Capello tras la caída ante Bélgica.
Efectivamente, a esa dubitativa Rusia sólo le vale la victoria. No sólo eso, sino que además necesita que Corea del Sur no gane a Bélgica por una diferencia de goles mayor a la que ella pueda conseguir ante Argelia.
Más sencillo se presenta el panorama para el conjunto africano. El empate le daría el pase automáticamente después de vencer a Corea por 4-2 en un espectacular partido que le sirvió para cerrar una racha de siete encuentros sin ganar en la Copa del Mundo. Además, se convirtió en el primer equipo africano en marcar cuatro goles en un partido de un Mundial.
Las dos selecciones acuden a la cita de Curitiba con todo su arsenal a disposición. Si acaso, el bosnio Vahid Halilhodzic, seleccionador de Argelia, medita algún cambio por la fatiga acumulada por algunos de sus futbolistas, como se evidenció en el anterior encuentro. Argelia terminó muy replegada a pesar de la sólida ventaja ante Corea.
Rusia no se puede guardar nada y su objetivo a corto plazo es repetir su actuación ante Bélgica, pero no el resultado. En ese encuentro, el conjunto de Capello mereció mejor suerte que el 1-0 con el que al final cayó. Su asignatura pendiente es el gol, pues sólo lleva uno en el Mundial.
La duda es ver si Capello recurre para tan decisivo encuentro a alguno de sus jugadores más experimentados, aunque poco utilizados. Son los casos de Alan Dzagoev, Aleksandr Kerzhakov o Igor Denisov.
Rusia está en una situación límite y también su entrenador. En cinco partidos de Mundial como seleccionador de Inglaterra y Rusia, Capello sólo consiguió hasta el momento una victoria: un sufrido 1-0 sobre Eslovenia en 2010.