En lo que se ha convertido en una especie de tradición mundialista, los brasileños están atentos a los equipos que el vocalista de los Rolling Stones, Mick Jagger, apoya, con la intención de mofarse por supuestamente arrojar maldiciones sobre sus favoritos.
RIO DE JANEIRO /Agencia AP
Italia fue la nueva víctima de lo que la prensa local define como el «pé frio» (pie frío) del septuagenario cantante, un término que describe la mala suerte que trae a los equipos.
En un concierto en Roma del sábado por la noche, Jagger predijo ante 70 mil asistentes que el cuatro veces campeón del mundo, Italia, vencería a Uruguay y avanzaría a los octavos de final. Los italianos perdieron ayer 1-0 y quedaron eliminados.
En mayo, en una presentación en Lisboa, el cantante predijo que Portugal, comandado por Cristiano Ronaldo, ganaría todos sus encuentros durante el torneo. Pero Portugal está a punto de quedar eliminado y no ha conseguido victorias en sus primeros dos partidos de la fase de grupos.
Al arranque del Mundial, Jagger envió un tuit para apoyar a su natal Inglaterra, que jugaba también contra Uruguay. «Vamos Inglaterra. Este hay que ganarlo», escribió. Pero Inglaterra perdió.
La obsesión de los brasileños con el análisis futbolístico de Jagger comenzó hace cuatro años en el Mundial de Sudáfrica. Al buscar una explicación por la derrota de su país en cuartos de final ante Holanda, la hinchada brasileña apuntó a Jagger, quien se presentó en el estadio con una camiseta de Brasil.
En ese torneo ya se había ganado la reputación atraer la mala suerte en la cancha después que acompañó a Bill Clinton para apoyar a la selección de Estados Unidos, que perdió ante Ghana en octavos de final, y por presenciar al siguiente día la derrota de Inglaterra por 4-1 ante Alemania.
Si Jagger vuelve a ofrecer una predicción, los brasileños esperan que no sea a su favor. A pocas horas de la derrota de Italia, las redes sociales por internet se llenaron de peticiones para que el rockero se quedara callado, o mejor aún, que hiciera manifiesto su apoyo por el odiado rival de Brasil: Argentina.