Se subasta país


Gladys-Monterroso-2014

“Solo hay un bien: el conocimiento. Solo hay un mal: la ignorancia” Sócrates

Sé que existe una infinidad de personas, que no leen los periódicos, y no ven los noticieros, debido a muchos factores, pero creo que el más importante radica en que la mayoría de las noticias son negativas, por ejemplo corrupción a niveles jamás alcanzados, declaraciones de los mandatarios sin lógica ni sentido, y así sucesivamente.

Gladys Monterroso
licgla@yahoo.es


Pero con no saber lo que sucede e imbuirnos en las redes sociales, que se han convertido en un medio de comunicación personalizado, no significa que los problemas no existan, y que no sean más deprimentes cada día, los problemas están allí, frente a nosotros, y por mucho que cerremos los ojos, no se esfumarán como por arte de magia, al contrario, con la inacción los mismos crecen más día a día.

Al leer los medios escritos, en los que se deja al descubierto la podredumbre que nos carcome, es necesario preguntarse: ¿Qué hará el MP con tanta información? ¿O simplemente no se analiza la información y se toma como chisme? Sería lamentable que así  fuera.

En los últimos días hemos recibido información relacionada con una de las instituciones con menos relaciones humanadas de todo el Estado, se trata de la SAT, desde que la misma fue creada, en ningún momento ha existido una política de puertas abiertas con nadie, y aún más, hoy existen graves señalamientos de corrupción.

Anteriormente era el Ministerio de Finanzas, por medio de la Dirección General de Rentas Internas y de Aduanas, quienes se encargaban de las funciones posteriormente encargadas a la SAT, institución que desde su inicio no fue funcional en ningún sentido, se cerraron las puertas a los contribuyentes, cambian de personal constantemente, y emiten criterios que no tienen relación con la legislación, resultado un fracaso total, por no llamarle de otra forma, el último golpe bajo, fue el intento de contratación de una empresa argentina para que hiciera el trabajo que por delegación les corresponde.

El mensaje que recibe la población ante semejante noticia es que simplemente la institución fracasó, o es una institución fallida, cuya solución no es buscar en el extranjero quien venga a “resolver” los problemas creados.

De este tipo de decisiones, la lectura que podemos tener, es la misma que hemos tenido por años, acá, solamente los extranjeros conocen  todos los temas, nosotros no somos capaces de nada, por ejemplo tenemos problemas de impunidad, se crea la CICIG, pero la impunidad continúa, si necesitamos crear una ley, se les paga a expertos internacionales, para que vengan a explicarnos como elaboramos la ley, constantemente estamos recibiendo capacitación de extranjeros, que no conocen, o no tienen remota idea de lo que es el país.

Asimismo, nuestros niños y niñas, se encuentran empantanados  tratados como migrantes, siendo refugiados de la selva en la que en su inocencia viven, ya que en las áreas marginales, o se es de una mara, o se es un cadáver, por lo que buscan ya sea con sus padres, o enviados por ellos,  salir de esta jungla, y caen en una peor, la discriminación y racismo de un país, que no puede, ni quiere extenderles la mano.

Entre todo este maremoto de vivencias, el guatemalteco prefiere refugiarse en el desconocimiento de los grandes males nacionales, porque parecen no tener solución, y como todo ser humano, creemos que cuando no sabemos algo, no está ocurriendo, pero la realidad está allí crudamente existente, el problema es que de tanto cerrar los ojos, pudiese ser, que un día se haya terminado de entregar el país, y no a otro país, sino que a las mafias, y el crimen organizado, y otros males más, porque en este momento el país se encuentra en una subasta, y el mejor postor, no será precisamente nuestra salvación.