Dos de los aspectos más importantes para cualquier país son justamente cuánto va mejorando su economía, y que como resultado las personas que viven en dicho país, logran desarrollarse y alcanzar la satisfacción de sus principales necesidades. Por ello, ponerlo en agenda política, económica, social o de cualquier otra índole es indispensable en las sociedades modernas. La academia debe ser un soporte indispensable y un ejemplo de esto es el realizado por la Universidad de San Carlos de Guatemala al establecer un nuevo diplomado abierto sobre estos conceptos, logrando capacitar a más de 800 personas, entre profesionales y estudiantes.
El diplomado dio inicio en febrero y concluyó en mayo de este año, en el marco de invitados de distintos sectores que expusieron desde las ópticas propias de su especialidad, la conjugación hacia los temas económicos y su incidencia en los seres humanos. Inició con el expositor internacional representando a la Universidad Nacional Autónoma de México –UNAM-, el doctor Carlos Antonio Aguirre Rojas, que incluyó en su análisis los aspectos vinculados a la globalización, y que obligadamente repercuten en las inversiones y el crecimiento económico. Complementó la participación, la Secretaria de Planificación y Programación de la Presidencia, Ekaterina Parrilla que presentó el proyecto de Gobierno denominado Katún, por medio del cual el Estado deje plasmada una ruta de gestión institucional para el desarrollo. En teoría muy bonito, pero no conjuga con la práctica del gobierno que adolece de políticas efectivas similares.
Virgilio Álvarez viajando desde Suecia, donde reside y trabaja, hizo una exposición meramente académica, característico de él, aunque no aterrizó en aspectos que puedan ser propositivos. La crítica siempre es válida, pero debe acompañarse de propuesta, o carece de impacto. Alberto Mora también aportó desde su óptica costarricense, atendiendo a un aspecto regional y el involucramiento de países que dirigen sus esfuerzos a crecer humanamente. Educación y Salud, como prioridades, algo que Guatemala aún no acaba de entender.
El toque que desafinó fue la ausencia de la ahora exministra de Finanzas Públicas, quien debía disertar como el tema financiero, pero que se excusó justo un día antes de la presentación. Falta de profesionalismo notoria. Ricardo Barrientos, en nombre del ICEFI le tocó desarrollar la exposición completa, pero su aporte también se limitó a hacer las críticas ya conocidas por dicha Organización, algunas de ellas totalmente ciertas.
El tema de la Banca, correspondió a Julio Suárez y José Ángel López, quienes hicieron presentaciones técnicas que poco o nada explican el aporte de la temática del Diplomado, indicando que las políticas económicas sustentan la inversión en la banca y que la macroeconomía es la base para finanzas sanas. En pocas palabras, a la banca le va bien, por ahora. Notorio fue evadir las preguntas del público sobre temas delicados, pero fue suficiente con no ser específicos para dar por terminada su participación.
Finalmente, y aun cuando monseñor Álvaro Ramazzini no pudo asistir, su excusa lo hizo a tiempo y permitió ser reemplazado por Amílcar Pop, diputado al Congreso de la República y complementó Roberto Ardón, en nombre del CACIF. La temática más pareció girar hacia orientaciones políticas y no tanto comunitarias, porque la tónica fue más justificativa de ambos, sin llegar a alcanzar un convencimiento total. Más claro Ardón, en situaciones propias del sector productivo, explicando que dicho gremio tampoco la está pasando bien y que por ende, la economía nacional sufre. Pop más efectivo en denotar la realidad del país, cuya responsabilidad es compartida entre Estado y empleadores.
Felicitaciones al CEUR, por la iniciativa continuada de educación en estos temas importantes. Seguiremos a la expectativa de las nuevas orientaciones para los Diplomados, los que seguramente seguirán beneficiando a muchos.