Intereses oscuros prevalecen en la FIFA


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Al igual que la inmensa mayoría de guatemaltecos, yo también soy aficionado al fútbol, y cuando era patojo, de lo cual hace un cachimbazo de tiempo, como casi todos los chicos mi distracción favorita era jugar chamuscas con chirices de mi entorno, de suerte que no soy ajeno a la multitud de personas que en todos los países del planeta están al tanto del desarrollo de la competencia a escala mundial que se celebra en ciudades de Brasil.

Eduardo Villatoro


Una vez asentada esa aclaración, para que no me tomen como un delicado,  presumido y presunto intelectual que desprecia al balompié  y que le es indiferente lo que acontece en el sur del continente durante estas semanas, o que por esnobismo se hace el desentendido ante esa jornada eliminatoria del más popular de los deportes, sostengo que, asimismo, es necesario advertir la fortuna que tenemos los guatemaltecos por no estar representados en esas justas del balompié, para no hacer el ridículo.

Aunque utilizo la palabra “fortuna”, la verdad es que si otras fueran las circunstancias en que se desempeña el fútbol guatemalteco sí me agradaría que una oncena chapina estuviera participando, aunque fuese como invitada de piedra en ese final del certamen futbolístico; pero al observar de repente y de reojo la forma lenta, descuidada y desordenada como practican ese deporte los conjuntos de la llamativa liga mayor, lo más destacada, para no sacar a relucir otra de nuestras carencias, es mejor que los futbolistas chapines se queden guardaditos en casa para evitar un espectáculo deprimente.

Por supuesto que no son los jugadores los únicos responsables de esa limitación física y tampoco la deteriorada dignidad de los guatemaltecos pende de once pares de piernas que fatigosamente se desplazan unos cuantos metros dentro del rectángulo, sino que la carga más significativa pesa sobre los corruptos dirigentes de las organizaciones deportivas del país, especialmente la Federación de Fútbol, porque son incapaces de comprender que es imprescindible realizar una total reestructuración en todas las áreas y aspectos que se vinculan a la práctica del balompié, reiterando que durante un lustro o una década las oncenas de Guatemala no compitan internacionalmente, mientras se  diseminan semilleros en todo el territorio nacional para estimular a los mejores exponentes de la niñez y de la juventud, pero eso va de la mano con nutritiva alimentación, educación aceptable, hábitos saludables y otros factores que incumben a la reforma integral del modelo económico, social y político de la nación.

Además, no es repudiable el ejemplo de los corruptos dirigentes regionales y mundiales de la FIFA, con el venal Joseph Blatter a la cabeza de esa organización mundial y todos sus secuaces que ha comprado para una nueva elección y que escogieron a Qatar como sede del Mundial de 2022, con el voto de la Concacaf que  incluye a Guatemala.
 
El londinense Sunday Times reveló que Moahammed Bin Hamman, dirigente del fútbol de esa península asiática, “invirtió” US $5 mil millones en lograr el voto de federaciones regionales para que apoyaran la candidatura de Qatar. ¿Cuánto obtendría la Concacaf y la Fedefútbol de Guatemala?)
 
(El centrocampista Romualdo Tishudo exclama: –¡Arriba ticos, chilenos, uruguayos y mexicanos!)