Arizona, después de la tormenta


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Los habitantes de Arizona la están llamando la madre de todas las tormentas de arena.

El muro de arena de más de un kilómetro (media milla) de altura que pareció tragarse Phoenix y sus suburbios es sobre lo único que los lugareños pueden hablar.

Por AMANDA LEE MYERS
PHOENIX / Agencia AP

La tormenta que descendió en el valle al anochecer del martes paralizó los vuelos del aeropuerto Phoenix Sky Harbor, dejó sin electricidad a casi 10.000 personas, convirtió las piscinas en fosos de lodo y cubrió los automóviles de polvo.

El cielo todaví­a tení­a un tono marrón neblinoso el miércoles mientras los residentes lavaban sus autos y barrí­an las aceras.

Debido a que las tormentas de arena, también conocidas por el término árabe «habubs», son tan difí­ciles de predecir, la del martes tomó a todos por sorpresa.

Como si apareciera de la nada, la tormenta se moví­a como una ola gigante. Cuando golpeó, la visibilidad se redujo a cero en algunas zonas, el cielo se tornó casi negro, los vientos derribaron árboles e incluso los rascacielos del centro de Phoenix se hicieron invisibles.

La tormenta interrumpió el servicio eléctrico a unos 9.400 clientes de la empresa Salt River Project, reportó el diario The Arizona Republic.

Ayer, el techo blanco del Campo Chase, hogar de los Diamondbacks de Arizona donde se jugará el Juego de Estrellas de Grandes Ligas de béisbol la semana próxima, amaneció cubierto de una capa gruesa de tierra marrón.

El Servicio Meteorológico Nacional en Phoenix dijo que habí­a una posibilidad menor de tormentas el miércoles por la noche, que podrí­an incluir ráfagas de polvo.

La tormenta del martes fue parte de la temporada de monzón de Arizona, que normalmente empieza a mediados de junio y dura hasta septiembre.

Los habubs sólo ocurren en Arizona, el desierto del Sahara y algunos lugares de Medio Oriente por las condiciones secas y la gran cantidad de arena, explicó Charlotte Dewey, del Servicio Meteorológico Nacional en Phoenix.

Dewey dijo que los meteorólogos todaví­a estaban intentando obtener las medidas precisas con satélites y radares para averiguar qué tan grande fue la tormenta de arena y compararla con fenómenos anteriores, pero calculó que tení­a más de kilómetro y medio de altura y más de 160 kilómetros (160 millas) de ancho.

La nube de polvo que pasó por el valle de Phoenix se formó en la tarde durante una tormenta en el área de Tucson. Se desplazó por el desierto antes de azotar la ciudad, dijo el meteorólogo Paul Iñiguez.

«Esto fue muy impresionante», dijo Iñiguez a The Associated Press. «Escuchamos a muchas personas que han vivido varias tormentas decir que fue la peor que habí­an visto», agregó.