Ética para Padres de Familia


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– Rememorando el Día del Padre –

En los últimos años hemos venido observando que las festividades del Día de la Madre, del Padre, del Árbol, del Agua, de la Tierra, etc.; han tenido una particular atención, pero lamentablemente se celebran exclusivamente en los referidos días. Craso error, porque las conmemoraciones de esa envergadura deberían ser de todos los días.

Rolando Alfaro Arellano


Lo anterior, sin exageración alguna, pierde significado cuando los diversos medios de comunicación nos vienen dando la “voz de alarma”, al publicar el aumento de la delincuencia juvenil o de los transgresores menores de edad, embarazos de niñas y adolescentes sin tan siquiera haber legitimado sus uniones, pandillas por aquí, mafias por allá, y, otros hechos de naturaleza criminal e inmorales, sin reconocer a los verdaderos valores nacionales.

Pero ¿qué significado tiene el ser Padre de Familia? Si mis estimados lectores padres de familia, se recuerdan cuando contrajeron matrimonio, de lo primero que el Notario autorizante les manifestara, así: El matrimonio es una institución social por la que un hombre y una mujer se unen con ánimo de permanencia, para procrear y educar a sus hijos, y auxiliarse entre sí”; bien podríamos colegir que en la mayoría de los casos no se cumple.

Lo descrito resulta evidente cuando el choque generacional se ha venido dando, especialmente en los últimos años, pues todavía prevalece el criterio de la simple unión, del machismo mal entendido, porque es hombre el que sabe enfrentar los problemas que le plantea la vida, y no acudiendo a los vicios sean los que sean; es más, el malinchismo de indicarnos con la palabra anglosajona que se traduce en malos tratos, envidias, burlarse de los estudiosos, humanas, discriminaciones, etc.; esas maldades ya se conocían desde que existe nuestro país, madres que venden a sus hijas para prostituirlas, padres irresponsables que no le dan importancia a sus hijos y mucho menos a sus esposas. ¿Así pretende nuestra sociedad que exista paz, tolerancia y amor? ¿Cómo evitar la delincuencia?

El Día del Padre, entonces, debe ser bien entendido y que no se den ejemplos tan burdos como discriminar a las personas cuya formación moral es correcta y cumplen los deberes de cortesía y urbanidad que “otros” ignoran; porque es triste observar como en muchos lugares, sean de trabajo profesional o no, se burlan de las personas educadas y cuya formación moral difiere de los “doble caras”. Entonces debemos comprender lo que es ser buen padre, educado, ético y trabajador.

En consecuencia, urge que las autoridades existentes en el territorio nacional, entiendan que sin formar moral e intelectualmente a las juventudes, nuestro país no podrá levantarse de la terrible crisis en que se ha mantenido. Obras son amores y no buenas razones.

 Si queremos a Guatemala, demostrémoslo con obras, trabajo y buenas actitudes, pero, ni critiquemos si no hemos trabajado para mejorar las cosas en el país, sea intelectual, material o moralmente. Ya basta de tanta inmoralidad e hipocresía. Cumpliendo con lo antes escrito, entonces, celebremos el Día del Padre o los días que quieran.