“Solo aquellos que nada esperan del azar son dueños del destino” Matthew Arnold
No soy de las personas que se sientan a disfrutar un partido de futbol, tengo mis aficiones, pero nada más, sin embargo, es notorio que cuando existen acontecimientos como el Mundial, y las Olimpiadas, una exagerada parte de la sociedad se desconecta de la realidad, y vive la emoción, que en el caso de Guatemala, no es ni nuestra
licgla@yahoo.es
Ya que difícilmente llegaremos a un Mundial, pero eso no importa, vivimos por otros, lo importante es sentir la euforia al límite, o en su defecto apostar por alguien.
Siempre me ha causado cierta duda la relación que existe entre los acontecimientos de este tipo, y las noticias verdaderamente importantes que pasan desapercibidas, cierto o no, leí en un medio de comunicación, que la Vicepresidente había anunciado, que no daría declaraciones hasta después del Mundial, y me pregunto ¿Que pintamos nosotros en el Mundial, más que vivir emociones prestadas? Pero allí vamos.
Mi suspicacia creció, cuando leí que el Rey de España abdicaba, de improviso, sin preparación previa, tanto es así que no llegaron invitados extranjeros, estando en estos momentos la monarquía en su peor momento, gracias a las decisiones poco afortunadas del señor este, ¿Qué nos importa a nosotros que el Rey abdique? Nada, pero entre el Mundial (donde España sí participa, aunque ha sido un fracaso) él aprovechó para salir por la puerta trasera, quedando en una posición privilegiada, sin que ninguno de los dos partidos mayoritarios hagan oposición.
Lo mismo sucede en Guatemala, en la euforia futbolera, préstamos serán aprobados, compras anómalas también serán realizadas, y cuanto desastre podamos vivir, que el ciudadano medio, que se preocupa un poco por la realidad dramática del país, se encontrará, en cualquier lugar, hasta en una tienda, frente a una plasma, viendo X partido, mientras a nuestro alrededor la vida continúa, existen homicidios, violencia extrema, pobreza, y lo peor, no encontramos respuesta alguna, sin embargo, la exaltación futbolera nos abstraerá de la realidad unos días, pero ¿y después? Después nos vamos a encontrar con cualquier cosa, estaremos más endeudados, el erario nacional y el de instituciones autónomas, habrá desaparecido aún más, y el Dinosaurio estará siempre presente, allí frente a nosotros, al despertar de un sueño que no ha sido ni el nuestro, es una emoción prestada, pero nos habrá embebido el suficiente tiempo, para que pase cualquier cosa.
El dicho popular que reza: al pueblo pan y circo, en Guatemala, hasta este se encuentra mutilado, al pueblo con circo le basta, ya no exige ni el pan, y se hace realidad, porque un acontecimiento como el Mundial, en el que no pintamos nada, más que la satisfacción de ver buen futbol, nos disocia de nuestra realidad, y si, regularmente somos un pueblo acostumbrado a la bota y al látigo, (desde que vinieron los españoles) en estos tiempos estamos peor, porque cerramos los ojos a la realidad, el problema será el despertar, ¿A cuánto ascenderá nuestra Deuda Pública? ¿Qué leyes u otros decretos, habrán sido aprobadas de urgencia nacional, sin que nadie se entere?
Considero que el deporte, las artes, y toda manifestación de cultura, no solamente son sanas, sino que se convierten en solaz esparcimiento de la mente, y el cuerpo, pero eventos tan largos, y en los que un alto porcentaje de la sociedad se involucra, por lo que se paraliza prácticamente todo, son utilizados, en muchos países, como distractores para que no exista una voz de alarma, sobre acontecimientos que nos perjudicarán en un futuro a corto, mediano y largo plazo, por lo que ya no más circo, veamos lo que está afuera de la carpa, regularmente, es porquería.