La OTAN intensificó sus bombardeos para allanar el camino a los rebeldes que intentan derrocar a Moamar Gadafi en su avance hacia la capital del país, dijo el jueves un alto funcionario libio, quien agregó que hay mercenarios colombianos en las filas de los insurgentes.
El vicecanciller Jaled Kaim dijo a The Associated Press en una entrevista que el aumento en el bombardeo de la alianza representa la «fase final» de su campaña aérea. Pero agregó que la maniobra fracasará y que los civiles serán los que paguen el precio.
Kaim también dijo que las fuerzas del gobierno libio tienen evidencia de que mercenarios colombianos financiados por Occidente y sus aliados árabes se han unido a los combatientes rebeldes que tratan de avanzar hacia Trípoli desde la ciudad de Misrata.
Algunos de los combatientes colombianos murieron en enfrentamientos cerca de Misrata el miércoles, dijo. Aunque no estaba en condiciones mostrar de inmediato evidencias para sustentar su denuncia, Kaim dijo que pronto las mostrarían a los corresponsales de prensa que están en Trípoli.
Las fuerzas rebeldes tuvieron grandes pérdidas en los combates cerca de Misrata. El doctor Ayman Abu Shahma, un médico de la ciudad, dijo que 18 combatientes habían muerto, junto con dos civiles. Otras 30 personas resultaron heridas.
Kaim dijo que la OTAN atacó puestos de control policial en las montañas de Nafusa, al suroeste de Trípoli, en preparación de un avance de los rebeldes hacia el pueblo de Qawalish, que los combatientes rebeldes reclamaron haber tomado el miércoles. Más tarde fueron obligados a retroceder de nuevo por las tropas del gobierno, dijo Kaim.
Un depósito de combustible en la estratégica ciudad petrolera de Brega, al este del país, también fue destruido, dijo Kaim. La OTAN dijo que destruyó equipo utilizado para recargar los vehículos militares del gobierno.
La intensificada campaña, dijo, se centra en atacar infraestructura civil y controles policiales, así como en proporcionar más armamento a los combatientes rebeldes.
La OTAN comenzó a efectuar bombardeos contra las fuerzas de Moamar Gadafi en marzo. Lo hace apoyada por varios aliados árabes y amparada en una resolución de la ONU para proteger a la población civil.