Abrazada por la Península Escandinava, rodeada en sus costas por el Mar Báltico y cubierta de hermosos bosques de abedules y coníferas que abrigan en su fronda a una infinidad de flora y fauna, Suecia es regia en todo sentido, especialmente por ser la casa que vigila los Derechos Humanos y trabaja por el bienestar social de los habitantes del planeta. En 1809 Suecia instituyó la célebre figura del “Ombudsman” o “Defensor del Pueblo”. Su excelente sistema de salud y educación pública es gratuito.
La sociedad sueca es estable y ecuánime y posee a la vez un alto nivel intelectual. Su Día Nacional se celebra cada 6 de junio en el parque de Skansen, ubicado en la Ciudad de Estocolmo. Aquí en Guatemala, el jueves 5 de junio de 2014, el Excelentísimo Señor Embajador de Suecia Michael Frühling ofreció una cordial recepción en su residencia con motivo de la Fiesta Nacional de su país, reconociendo los logros económicos, sociales, políticos y culturales que Suecia ha tenido hasta el momento y su compromiso con los Derechos Humanos. El Embajador Frühling hizo un breve repaso de la cooperación entre Suecia y Guatemala, recalcando en su discurso: “Nos da gusto poder celebrar nuestro Día Nacional aquí en Guatemala. Para ello hay muchas razones. Una es que este año 2014, son exactamente 50 años desde que se abrió la Embajada de Suecia aquí en Guatemala. Fue precisamente en 1964. Tengo el gusto de ser el decimocuarto Embajador sueco residiendo en el país… La cooperación al desarrollo con Guatemala ya lleva décadas, en apoyo a los diferentes esfuerzos del país en favor del respeto por los Derechos Humanos, el desarrollo económico y social incluyente, la democracia, y el Estado de Derecho. La cooperación sueca asciende a 220 millones de quetzales anualmente, todo en forma de donaciones. Es una expresión de la solidaridad del pueblo de Suecia con el pueblo de Guatemala, su sociedad civil multicultural, y sus instituciones democráticas. Es una expresión de apoyo continuo a la implementación de la agenda pendiente de los Acuerdos de Paz de 1996 y el importante Decreto Legislativo No. 52 del Congreso, del año 2005, reconociendo los Acuerdos de Paz como compromisos del Estado… Igualmente, saludamos y damos un apoyo fuerte al trabajo y cooperación que la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), a petición de Guatemala, está brindando a las instituciones del Sistema Judicial del país en la lucha contra la impunidad… Seguiremos acompañando a los defensores de los Derechos Humanos en Guatemala, tanto los de la sociedad civil, como los que trabajan desde funciones y posiciones del Estado… Dentro de poco, terminaré mi misión como Embajador de Suecia en Guatemala. Cuatro años han pasado muy rápidamente, esta vez. Para mi esposa Luz, por el momento en Suecia por razones ajenas a nuestra voluntad, y mi persona, es la segunda ronda en Guatemala. La primera vez que estuvimos trabajando como diplomáticos en el país fue entre 1990 y 1995, aquella vez con nuestra hija Viktoria, entonces bien chiquita. Así, que Luz y yo llevamos casi nueve años en, y con, Guatemala. Hemos aprendido mucho, y hemos apreciado mucho los contactos e intercambios tanto profesionales como más personales con muchos guatemaltecos, las amistades hechas. Así también, que los dos estaremos siguiendo, aún a cierta distancia geográfica, los acontecimientos en el país, con la esperanza y solidaridad de siempre con tantos guatemaltecos y guatemaltecas que en diferentes campos y desde diferentes posiciones trabajan y luchan por su país, y un futuro mejor para todos.” Seguramente a donde el destino decida conducir a mis queridos amigos Michael Frühling y Lucita Lescure-Frühling, llevarán su generosa personalidad. ¡Que Dios les bendiga!