Según la contralora General de Cuentas, Nora Segura, la asignación presupuestaria anual a la institución del 0.7% de los ingresos del Estado, es insuficiente para fiscalizar de manera correcta la ejecución de recursos financieros en algunos ministerios y municipalidades y por ende, combatir posibles casos de corrupción que se estén registrando.

La titular de la Contraloría General de Cuentas de la Nación afirmó que los fondos con los que se dispone para las labores de fiscalización, equivalente al 0.7% de los ingresos del Estado, es uno de los problemas que aqueja la entidad para cumplir con el mandato constitucional de prevenir, combatir y denunciar penalmente casos de corrupción en distintas instituciones del Estado.

Nora Segura explicó que la escasez de recursos financieros ha mermado la contratación de más personal y auditores especializados en dar seguimiento a la investigación de denuncias por el mal manejo de recursos por parte de diversos entes.

Es por ello que la funcionaria aplaudió las reformas a la Ley Orgánica de la Contraloría General de Cuentas, en el sentido que se elevaría del 0.7% al 1 por ciento de los ingresos del Estado, la asignación presupuestaria para el año 2015, y con esto ampliar la acción fiscalizadora mediante más auditorías.

“Si hacemos la comparación entre el Presupuesto General de la Nación y el presupuesto de la Contraloría, el primero va creciendo cada año mientras el de la CGCN es el mismo. Por eso algunas cosas se han detectado y otras no”, dijo.

Según el Plan Operativo Anual (POA) para 2014 de la CGC, la Contraloría evidencia también carencias tecnológicas y de vehículos que le dificultan su labor en el interior del país, provocando demoras en los tiempos para procesar información; y tampoco cuentan con suficientes recursos económicos para capacitación de personal.

De igual forma, fuentes oficiales señalan que 540 auditores gubernamentales están contratados bajo el renglón 011 en la institución.

“Con las reformas a la Ley, se viene a reforzar el papel, desempeño y función de los auditores gubernamentales. Esa es una fortaleza porque al tener independencia, conocimiento e información a tiempo, llenarán las expectativas de fiscalización y así velar por la transparencia”, agregó Segura.