El Ministerio Finanzas a través del Acuerdo Gubernativo 174-2014 estableció una nueva amnistía para los contribuyentes que no hayan cumplido con sus obligaciones tributarias. Al respecto, analistas consideran que esta disposición envía una mala señal a los contribuyentes.

Hugo Maul del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (Cien), dice que las amnistías mandan una mala señal a los contribuyentes porque si se van a perdonar las multas y los recargos se desincentiva el cumplimiento de las obligaciones tributarias.

Según Maul también hay que considerar a aquellos contribuyentes que se merezcan la amnistía por el hecho de la debilidad institucional de la Superintendencia de Administración Tributaria.

“Es una situación que por un lado no debiera ocurrir, pero por otro tal vez es la única salida ante las arbitrariedades, abusos y errores que se pudieron haber cometido”, indicó.

A consideración del experto, existen ciertas dudas que con esta acción se pueda aumentar la recaudación tributaria, principalmente porque la recaudación está cayendo, además, no se está cobrando el Impuesto al Valor Agregado en las importaciones.

“No creo que este tipo de exoneraciones vayan a tener un efecto, más bien corrigen algunas de las injusticias para los contribuyentes que han sido víctimas de abusos o problemas operativos de la SAT”, dijo.

Por su parte Carlos Martínez del Instituto de Problemas Nacionales de Usac, asegura que el efecto de esta medida es limitado ya que impacta más en obligaciones tributarias de “poca monta” que no son significativas o que puedan ayudar a elevar la recaudación tributaria.

Martínez indica que la medida de una amnistía es algo incorrecto, porque todos los agentes económicos están obligados a pagarlo, “todos aquellos que tienen una obligación tributaria deben de pagarla y el Gobierno tiene que garantizar que eso sea así, entonces tomar medidas y luego exonerar y facilitar el pago no se ve que sea una medida correcta”, señala. 

POLÍTICA FISCAL DEL GOBIERNO

Entre tanto Omar Franco, intendente de recaudación, dice que la SAT no se tiene una estimación respecto a cuanto se espera recuperar en impuestos por dicha exoneración. “No se tiene una estimación, pero nuestra expectativa es que la puedan aprovechar todos los contribuyentes que tienen pendiente el cumplimiento de una obligación tributaria o bien que deseen simplificar los procesos administrativos o judiciales de los que forman parte”, explicó.

Franco asegura que esta medida es una política fiscal del Gobierno de Guatemala y “no está relacionada con la brecha en la recaudación”. Para ello la SAT está trabajando en medidas administrativas extraordinarias que coadyuven a alcanzar las metas establecidas.