Organizaciones de derechos civiles y defensoras de inmigrantes presentaron el miércoles una queja contra la Policía de Aduanas y Protección Fronteriza por el supuesto maltrato de menores embarazadas y lactantes, así como abusos verbales, físicos y sexuales de niños en centros de detención.
El reclamo que incluye a la Patrulla Fronteriza exige reformas inmediatas, especialmente en vista de la crisis humanitaria causada por el creciente aumento de niños cruzando la frontera solos.
Como ejemplo, el documento cita 116 casos de niños de entre cinco y 17 años que fueron recogidos entre marzo y mayo de este año, como el de una niña de 15 años que dijo haber sido violada y golpeada por un agente al ser detenida y el de otra guatemalteca de la misma edad que llegó con su hijo de dos años, a la que presuntamente le hicieron limpiar los baños.
Casi la mitad dijo que se le negó cuidado médico y más de 50% reportó algún tipo de abuso verbal, de acuerdo con la queja enviada al Departamento de Seguridad Nacional.
Uno de cada cuatro niños reportó algún tipo de abuso, desde agresión sexual hasta empujones, patadas y puñetazos. El reclamo también destacó la preocupación de las organizaciones por el cumplimiento de las leyes, el uso de grilletes y condiciones inhumanas en los centros de detención.
La Policía de Aduanas y Protección Fronteriza no contestó a un mensaje que le envió The Associated Press pidiéndole comentarios.
Los nombres de los menores no fueron mencionados en la queja pero sí fueron enviados al Departamento de Seguridad Nacional para que puedan ser investigados.
Por lo general, los niños no recuerdan dónde han estado o los nombres de los agentes que presuntamente los abusaron, dijeron los activistas. También tienen miedo de quejarse por temor a socavar sus casos migratorios o sufrir represalias, agregaron.
La mayoría son de Centroamérica y viajan por su cuenta para escapar de las zonas violentas en las que viven, dijo Ashley Huebner, abogada del Centro Nacional para la Justicia Migratoria, una de las organizaciones que presentó el reclamo.
«Estos chicos no estarían haciendo un viaje tan increíblemente peligroso, arriesgando sus vidas en muchos casos, si es que no hubiera condiciones terribles en sus países de origen que los estuvieran empujando hacia aquí», dijo la abogada.
La misiva de 25 páginas es la última queja por abusos de menores que presentan en los últimos años contra la agencia, dijeron los activistas, agregando que la agencia ha hecho caso omiso a sus reclamos previos.