La creación de una base de datos con el texto completo de millones de libros y habilitada para realizar búsquedas cumple con los criterios de uso legítimo de los derechos de autor, falló el martes una corte federal de apelaciones, que agregó que también es permisible distribuir los libros en formas alternas a personas con discapacidades de lectura.
La decisión de la Corte de Apelaciones del 2do Circuito se dio a raíz de una demanda interpuesta por autores y grupos de autores después que varias universidades acordaron en 2004 permitir a Google Inc. digitalizar sus libros y crear un archivo para más de 10 millones de libros publicados durante siglos y escritos en diverso idiomas.
En una decisión escrita por el juez Barrington Parker, el panel de tres magistrados de Manhattan dijo que la creación de una base de datos con texto completo y habilitada para búsquedas era un «uso quintaesencialmente transformador» de una obra protegida por derechos de autor, un principio legal que sustenta un fallo que dice que es legal copiar y almacenar libros electrónicamente sin requerir autorización de sus autores y editores.
«No hay evidencia de que los escritores escriban con el propósito de permitir búsquedas de texto en sus libros», escribió Parker en un caso seguido muy de cerca por la industria editorial. Agregó que permitir la búsqueda en todo el texto «agrega al original algo nuevo con un propósito distinto».
Agregó que era importante que el archivo «no permita a los usuarios ver porción alguna de los libros donde están buscando». Como resultado, agregó, «no se añade a la circulación ningún ejemplar nuevo legible para humanos».
La demanda fue entablada después que universidades y otras instituciones sin ánimo de lucro crearon en 2008 la Biblioteca Digital HathiTrust.
La biblioteca permite al público general buscar términos en particular, pero solo muestra los números de página donde se halla dicho término, a menos que el dueño de los derechos autorice revelar más información.
También permite que las personas que demuestren que no pueden leer tengan acceso a los libros enteros de maneras alternas, como a través de un software que convierte texto en sonido.