Mientras los políticos de Arizona siguen criticando la transferencia de cientos de niños migrantes a un estado conocido por sus problemas con la inmigración, el alcalde de una ciudad fronteriza donde niños son alojados en un almacén dijo ayer que las condiciones de su detención temporal son buenas.
El alcalde de Nogales, Arturo Garino, recorrió las instalaciones donde funcionarios estatales dicen que 700 de mi niños, en su mayoría de origen centroamericano, fueron enviados después de ser detenidos por cruzar ilegalmente la frontera entre México y Texas.
Los niños viajaban en su mayoría solos, lo que complicó el alto flujo de migrantes el mes pasado para el Valle del Río Grande en Texas, el cual se vio rebasado. El Departamento de Seguridad Nacional comenzó a llevar inmigrantes por aire a Arizona, donde fueron dejados en libertad y recibieron la instrucción de presentarse en los siguientes 15 días en una oficina del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) cercana al lugar a donde viajarían.
Los inmigrantes mexicanos que son detenidos al cruzar la frontera de manera ilegal por lo general son deportados de inmediato, pero es más difícil deportar a inmigrantes de Centroamérica, en especial si son menores de edad.
Los defensores de los inmigrantes han advertido por meses que prevén que decenas de miles de menores crucen solos la frontera este año.
El número de menores solos originarios de El Salvador, Guatemala y Honduras ha subido más de 1,000%, de acuerdo con datos de la Patrulla Fronteriza. En el año fiscal 2009, agentes fronterizos detuvieron a 3 mil 304 niños de esos tres países que viajaban solos. Este año, esa cifra supera los 48 mil, y se prevé que siga creciendo. En tanto, el número de menores mexicanos que cruzan solos la frontera ha disminuido.
Muchos dicen que el influjo se debe al rumor de que el ICE no mantiene a los niños en detención y por la información errónea sobre los niños inmigrantes que cumplen los requisitos para apegarse al programa de suspensión de deportaciones del presidente Barack Obama. Otros dicen que los niños buscan reunirse con sus padres que ya están viviendo en el país.
Garino, el alcalde de Nogales, dijo que los niños que vio están en buenas condiciones. Están separados por género y edad, dijo.
«El almacén es muy agradable comparado con mucho de lo que he oído… Estoy conforme con él», manifestó.
Las autoridades federales planean que la instalación sea un lugar de paso, donde los niños sean vacunados y chequeados por un médico. De ahí serán enviados a instalaciones en Ventura, California; San Antonio, Texas; y Fort Sill, Oklahoma.
La gobernadora de Arizona Jan Brewer y otros funcionarios estatales han criticado duramente las transferencias y pidieron el cese de éstas. Incluso han amenazado con emprender medidas legales.
El fiscal del condado de Maricopa, Bill Montgomery, dijo el lunes que las autoridades migratorias podrían haber violado las leyes de maltrato infantil del estado al dejar a las mujeres y a los niños en estaciones de autobuses de Phoenix y Tucson hace unas semanas.
Pero las autoridades fronterizas dijeron que mientras los niños sigan llegando, necesitan un lugar para alojarlos y que prevén seguir procesando menores en Arizona.