Poroshenko aspira integrar a Ucrania rápidamente en la UE


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El nuevo presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, se pronunció hoy por una rápida incorporación de su país a la Unión Europea (UE), en un discurso que pronunció en el Parlamento de Kiev con motivo de su toma de posesión.

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KIEV Agencia dpa

«Ha llegado la hora de construir una Ucrania nueva y moderna», afirmó el empresario multimillonario, de 48 años, que quiere lograr la exención de visado de los ucranianos para viajar a la UE a comienzos de 2015. Los invitados a la ceremonia de investidura, procedentes de medio centenar de países, se levantaron de sus asientos y respondieron con aplausos a la proclama proeuropea del nuevo jefe de Estado ucraniano.

   En alusión a los intentos de Rusia de frenar el rumbo prooccidental de la ex república soviética, Poroshenko advirtió que nadie tiene el derecho de perturbar el camino de Ucrania hacia la integración en la UE. «El regreso de Ucrania a su estado natural europeo era el sueño de muchas generaciones», añadió.

   Rusia se ha limitado a «respetar» el resultado de las elecciones celebradas hace dos semanas, que dieron la victoria a Poroshenko con el 54,70 por ciento de los votos, sin expresar explícitamente su reconocimiento al nuevo presidente.

El magnate, conocido como el «rey del chocolate», anunció que hará todo lo posible para preservar la unidad y la libertad del país y subrayó que sigue considerando como parte de Ucrania la península de Crimea, anexionada por Rusia el pasado mes de marzo. «Rusia ha ocupado Crimea, que era, es y seguirá siendo ucraniana», algo que ya dijo el viernes a presidente ruso, Vladimir Putin, durante un encuentro en Francia.

   «Me comprometo a defender con todos los medios la soberanía e independencia de Ucrania», dijo Poroshenko a jurar el cargo sobre la Constitución del país. Además, anunció un fortalecimiento del Ejército y la industria armamentística de Ucrania.

Poroshenko anunció que viajará al este del país, sacudido por sangrientos enfrentamientos entre tropas del gobierno y fuerzas separatistas prorrusas, que no reconocen al nuevo presidente, para presentar en la región de Donetsk un plan de paz. «No quiero la guerra (…) aspiro a la paz y la unidad de Ucrania. Por eso comenzaré mi trabajo proponiendo un plan de paz».

   En las regiones de Donetsk y Lugansk las tropas enviadas por Kiev llevan a cabo lo que denominan una «operación antiterrorista» contra los separatistas prorrusos, que no reconocen a Poroshenko como su presidente y que exigen la independencia de sus autoproclamadas «repúblicas populares».

   Poroshenko llamó a los «terroristas» a dejar las armas y prometió que quien no tenga las manos manchadas de sangre no será castigado. Además, se mostró dispuesto a establecer un corredor para que los mercenarios rusos en la región puedan salir del este de Ucrania.

En su discurso, Poroshenko rechazó tajantemente una federalización del país, propuesta por los separatistas prorrusos, pero presentará a Donetsk un «plan de descentralización de las competencias de poder» y garantizará el derecho a la población de hablar ruso. Simbólicamente pronunció parte de su discurso en esa lengua dirigiéndose a la población del este.

   El nuevo jefe de Estado se pronunció por una pronta convocatoria de nuevas elecciones parlamentarias y pretende que también la Rada Superior, la Cámara baja del Parlamento ucraniano, refleje la nueva correlación de fuerzas en el país surgida tras la caída del presidente prorruso Viktor Yanukovich en febrero.

   La ex primera ministra ucraniana Julia Timoshenko, que quedó segunda en las elecciones presidenciales, manifestó su esperanza de que Ucrania obtenga la calma con la llegada de Poroshenko al poder. «Creo que Ucrania tiene ahora un factor adicional de estabilidad muy poderoso», señaló.

Al acto de toma de posesión asistieron invitados de más de 50 países, entre otros, el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, el presidente de Alemania, Joachim Gauck, el presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy y el presidente Alexander Lukashenko, considerado en Occidente como el último dictador de Bielorrusia. Rusia estuvo representado por su embajador.

  Tras la sesión parlamentaria Poroshenko asumió el mando de las Fuerzas Armadas, en un acto en la plaza Sofía y en un ambiente soleado y caluroso.

   El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, ofreció el apoyo de la alianza atlántica a las reformas que Poroshenko pretende llevar a cabo en el ámbito de la seguridad y la defensa. Ucrania es «desde hace muchos años un socio activo de la OTAN», afirmó Rasmussen en una declaración emitida en Bruselas poco después de la toma de posesión.

   Rasmussen aseguró que los 28 países miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, a la que no pertenece Ucrania, «están decididos a apoyar la soberanía, independencia e integridad territorial de Ucrania». Además, se mostró confiado en que la elección de Poroshenko contribuya a la estabilización de Ucrania.

Las competencias

Después de la caída del presidente Viktor Yanukovich en febrero, el nuevo gobierno de Ucrania restableció la Constitución del año 2004, que limita los poderes del jefe de Estado.

   La Constitución restringe sobre todo la influencia que el presidente puede ejercer sobre el gobierno. Por ejemplo, ya no puede proponer ante el parlamento al primer ministro ni puede destituirle. Tampoco tiene mucho que decir sobre la composición del gabinete, pero sí propone a los ministros de Relaciones Exteriores y de Defensa.

El presidente ya no puede revocar las decisiones adoptadas por el gobierno, sino que solo puede ordenar que se examine la constitucionalidad de esas decisiones.

   El jefe de Estado requiere del consentimiento del parlamento para nombrar y destituir al fiscal general. También puede designar a los presidentes del banco central y del consejo de radiodifusión y televisión.

Asimismo, el presidente propone al parlamento la candidatura del jefe del servicio secreto. En su calidad de comandante en jefe de las Fuerzas Armadas puede nombrar y destituir a los miembros de la cúpula militar. Además, puede ordenar la movilización del ejército y decretar el estado de excepción.

El presidente puede vetar leyes aprobadas y devolverlas al parlamento. Baja ciertas condiciones puede disolver el parlamento, por ejemplo si los diputados no llegan a un acuerdo para formar un gobierno de coalición.