Una delegación de víctimas del conflicto armado en Colombia viajará a Cuba para entrevistarse con representantes del gobierno y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que adelantan conversaciones de paz en esta capital, se informó hoy.
El gobierno y las FARC anunciaron en una declaración que en el marco del debate sobre el punto relacionado con víctimas —de una agenda preestablecida con otros cinco puntos— se buscará escuchar sus reclamos y propuestas a fin de lograr la participación de estos ciudadanos y esclarecer la verdad.
«Recibiremos a una primera delegación de víctimas que asistirá a la mesa con el fin de presentar sus propuestas y expectativas sobre la construcción de la paz», expresó la declaración de las partes que fue presentada por ambas delegaciones, la gubernamental encabezada por Humberto de la Calle a nombre del gobierno del presidente Juan Manuel Santos y el comandante Iván Márquez por la parte rebelde.
La declaración y un comunicado conjunto dieron cuenta de que las partes realizarán un receso temporal en las conversaciones. No se indicó la fecha para reanudar las conversaciones de paz con la participación de estas víctimas.
Aunque no se aclaró cómo ni quién elegirá a los miembros de la comisión, la declaración expresó que el grupo de personas será representativo «de forma tal que asegure la representación plural y equilibrada de las distintas víctimas».
El diálogo de paz coincide con una reñida contienda electoral que se decidirá el próximo 15 de junio en una segunda vuelta de los comicios entre Santos y el candidato opositor Oscar Iván Zuluaga.
Santos, un economista de 62 años, aspira a ser reelegido para otro periodo de cuatro años en la presidencia, en tanto que el exministro de hacienda, Zuluaga, de 55 años, es candidato del movimiento Centro Democrático del expresidente Álvaro Uribe (2002-2010) y nunca ocultó su animadversión contra las negociaciones con las FARC en Cuba, mientras abogó por la mano dura contra los rebeldes.
Los convenios a los que finalmente se llegue en este punto, comentó la declaración, incluirán resarcir a las víctimas y comenzar a hacer justicia. «No intercambiaremos impunidades», expresó el documento.
Este texto funcionará como una guía de principios que «será el marco y la brújula del gobierno y las FARC en este punto», afirmó de la Calle en declaraciones posteriores a periodistas.
«¿Qué quiere decir poner a las víctimas en el centro del proceso? Quiere decir que sin un acuerdo sobre cómo vamos a satisfacer los derechos de las víctimas no es posible la terminación del conflicto, ni sentar las bases para una paz estable», comentó De la Calle quien también informó que cuando se retome la mesa se implementará un nuevo mecanismo creando una subcomisión que adelante el trabajo para que la mesa vaya más rápido.
Desde noviembre de 2012 las dos partes debaten en Cuba una agenda de seis puntos acordada antes de comenzar las conversaciones. Hasta la fecha se lograron acuerdos en tres puntos: la reforma agraria y los problemas relacionados con la tierra, así como la participación política y el combate al narcotráfico.
«Estamos dando los primeros pasos en un terreno plagado de dificultades», dijo en relación al tema de víctimas, el líder rebelde Márquez, cuyo nombre legal es Luciano Marín Arango. «Sin verdad, no hay paz…la paz está primero que todo y ella sabe perdonar. Sabemos del respaldo y la disposición de las víctimas y sus familiares para facilitar un acuerdo de paz».
Márquez reiteró que las FARC no tenían candidato propio para estos comicios y tampoco hicieron mención de la complicada coyuntura electoral que podría poner en peligro un diálogo de más de un año y con el 50% de los puntos ya tratados.
Creadas a comienzos de la década de 1960, las FARC cuentan con unos 9 mil miembros en armas y son la guerrilla activa más antigua del continente.