El presidente estadounidense Barack Obama y su contraparte ruso Vladimir Putin se reunieron el viernes de manera informal, al margen de un almuerzo para jefes de estado o gobierno que asistían a la conmemoración del Día D, en su primer encuentro cara a cara desde que estalló la crisis en Ucrania.
La conversación duró un cuarto de hora en el interior de un castillo donde almorzaron los gobernantes, dijo la Casa Blanca.
El portavoz de Putin, Dimitri Peskov, dijo que los mandatarios intercambiaron opiniones sobre la situación de Ucrania y la crisis del este, donde fuerzas ucranianas enfrentan a insurgentes prorrusos.
«Putin y Obama hablaron de la necesidad de poner fin a la violencia y los combates lo antes posible», dijo Peskov.
Cuando los gobernantes posaron frente al castillo para una foto oficial antes del almuerzo, Obama y Putin parecían evitar deliberadamente un encuentro, pero una vez que entraron, encontraron el momento para su primera conversación desde que Putin anexó la península de Crimea.
Durante el desarrollo de la crisis los mandatarios hablaron por teléfono varias veces, pero esta vez los reunió su interés común de rendir homenaje a las fuerzas aliadas que desembarcaron en Normandía hace 70 años.
Obama dijo a la prensa el jueves que si se reunía con Putin, le diría que tiene un nuevo camino para relacionarse con Ucrania a través del presidente electo Petro Poroshenko, cuya juramentación está prevista para el sábado.
«Si no lo hace, si persiste en su estrategia de socavar la soberanía de Ucrania, no tenemos otra opción que responder» con nuevas sanciones, dijo Obama.
Obama, quien dijo que su relación con Putin es «seria y formal», expresó la esperanza de que el mandatario ruso esté «tomando un nuevo rumbo» en Ucrania ya que no se precipitó a desconocer la elección de Poroshenko el 25 de mayo. «Pero creo que debemos ver qué hace, no qué dice», acotó.
Putin y Poroshenko también se encontraron en Francia el viernes, por primera vez desde la elección del ucraniano. El Kremlin informó que ambos expresaron el deseo de poner rápido fin a las hostilidades en el sureste de Ucrania.
Los encuentros del viernes tuvieron como marco las conmemoraciones del 70 aniversario del desembarco aliado en Normandía, las que incluyeron un almuerzo del cual fue anfitrión el presidente francés Francois Hollande.