Una madre acusada de matar a su hija será puesta en libertad la semana próxima después de pasar casi tres años en la cárcel, en un caso que atrajo la atención nacional y dividió a la opinión pública.
Aunque fue absuelta de haber abusado y matado a su hija Caylee, Casey Anthony fue acusada de mentir a los investigadores y sentenciada el jueves a cuatro años. Pero recibió crédito por el tiempo que pasó en la cárcel y por buen comportamiento, y un funcionario judicial dijo que podía quedar en libertad el miércoles.
Dentro del tribunal, antes de que se anunciara la sentencia, Anthony se veía animada, sonriente y en ocasiones jugaba con su cabello, que estaba suelto por primera vez desde que comenzó su juicio a fines de mayo. Quizás supuso que la dejarían libre el mismo jueves. Sus facciones cambiaron cuando oyó que pasaría más tiempo en la prisión.
La escena frente al tribunal reflejó la división en la opinión pública desde que se anunció el veredicto el martes. Un grupo se reunió cerca del tribunal con carteles que decían «Â¡Arresten al jurado!» y «Jurados 1-12 culpables de asesinato». En las cercanías, un grupo de partidarios también se presentó, incluso un hombre con un cartel en que proponía matrimonio a Anthony.