Los cielos de la isla hawaiana de Kauai representarán la tenue atmósfera marciana cuando la NASA ponga a prueba el martes un vehículo espacial con forma de platillo volador, en un vuelo experimental destinado a simular el descenso de una carga pesada en el planeta rojo.
Durante décadas, las sondas robot han descendido sobre la superficie marciana usando el mismo diseño de paracaídas, pero la NASA necesitará un paracaídas más grande y resistente cuando envíe astronautas al astro vecino.
Si el clima lo permite, la agencia espacial efectuará la prueba en lo alto de la atmósfera terrestre para simular el aire marciano.
Un juego de cámaras en el vehículo captará toda la operación a medida que la sonda acelere a cuatro veces la velocidad del sonido y descienda a Tierra. El público puede seguir el experimento con una conexión de internet.
Los ingenieros advirtieron que podrían no tener éxito en el primer intento. «Mientras reciba datos, estaré muy satisfecho», dijo el director del proyecto Mark Adler.
La búsqueda de un sistema para depositar cargas pesadas en Marte antecede a la existencia de la NASA. En ese entonces los ingenieros sopesaban la idea de enviar un aparato con alas que descendiera como un avión, pero según los historiadores espaciales la idea no era practicable.
El descenso siempre ha sido «uno de los grandes desafíos tecnológicos para una misión humana a Marte», dijo el profesor de política espacial Howard McCurdy en un correo electrónico.
Cuando las cápsulas Viking fueron las primeras en depositarse en suelo marciano en 1976, dependieron de paracaídas para desacelerar el descenso después de penetrar la atmósfera marciana. El diseño básico ha sido utilizado desde entonces.
Debido a sus planes de enviar a Marte naves espaciales más pesadas y en algún momento astronautas, la NASA necesitaba otra solución. Por eso diseñó un paracaídas supersónico de 33,5 metros (110 pies) de diámetro, el doble del que llevó en 2012 el Curiosity, de una tonelada. Es tan grande que no cabe en los túneles de viento que la NASA usa para probar paracaídas.
Como no es práctico poner a prueba tecnologías nuevas en Marte, la NASA buscó un sustituto terrestre.
Durante el experimento, un globo de altura elevará el vehículo en forma de plato desde la base de tiro de la armada en Kauai hasta 37 kilómetros (23 millas) de altura sobre el Pacífico, desde donde será lanzado al espacio. En ese entonces disparará su motor para trepar a 54,75 kilómetros (34 millas) a fin de acelerar a Mach 4. A esta altura, el aire es similar a la atmósfera tenue de Marte.
En su descenso, se inflará un tubo alrededor del vehículo para reducir la velocidad. Entonces se debe abrir el paracaídas para frenar su descenso hasta el Pacífico.