Según un estudio realizado por la Central American Business Intelligence-CABI-, en promedio una familia guatemalteca invierte Q3 mil mensuales en consumo de productos agrícolas, más en los cascos urbanos que en las áreas rurales del país.

Paulo de León, director de CABI, diferenció que en el área rural lo que más se consume es frijol y legumbres, excluyendo de la dieta la carne y la leche, productos esenciales para la buena nutrición familiar.

“La diferencia se nota en las carnes y la leche porque el 40 por ciento de las personas que no viven en casos urbanos, no consume carne y leche. Son productos a los que estas personas tienen menos acceso porque son más caros”, expresó.

El entrevistado señaló además que el consumo completo de productos del agro al año asciende a Q33 mil millones, cifra repartida entre compra de frutas, verduras, granos básicos, carnes y lácteos.

“El consumo va ir aumentado en la medida que las personas sean más y vayan teniendo mayor poder adquisitivo. A medida que vaya creciendo el ingreso por persona, va a ir aumentando el consumo de estos productos, separando lo urbano de lo rural porque el consumo de los casos urbanos es mucho más alto que el de la parte rural”, puntualizó.