60 días después, el senador Guido Girardi conjuntamente con el diputado Gabriel Silber, formalizaron la denuncia contra las cadenas de farmacias Ahumada, Cruz Verde y Salcobrand ante la Fiscalía Nacional Económica (FNE).
En ese mes de junio, la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados pidió a la FNE que se investigara también a los laboratorios farmacéuticos para conocer los precios a los que se vendían los medicamentos a las distintas farmacias.
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Al procederse a la investigación, a principios del mes de diciembre de 2008, la FNE informó estar convencida que las cadenas de farmacias se coludían para aumentar los precios de medicamentos, que se podía demostrar el alza concertada desde diciembre de 2007 en 222 medicamentos, donde se incluían medicinas para el tratamiento de enfermedades crónicas como diabetes, parkinson, reumatismo y asma. Además del alza en anticonceptivos y antibióticos, precios que las farmacias mantenían en un tres mil por ciento más alto que los que se le vendían al sector público.
Por ello, la FNE presentó un requerimiento ante el Tribunal de la Libre Competencia (TDLC) contra FASA, Salcobrand y Cruz Verde, que controlaban más del 90 por ciento del mercado de ventas al consumidor, acusándolos de alza concertada de precios en 222 medicamentos.
La colusión denunciada había significado utilidades a las cadenas de farmacias por muchos millones de dólares, razón por la cual se pedía una multa de 20 mil unidades tributarias equivalentes a alrededor de US$ 20 millones a cada una de las cadenas de farmacias, dejándose abierta demandas posteriores y la reserva de acciones en caso de comprobarse otras infracciones a las farmacias involucradas, así como a los laboratorios farmacéuticos que hubieran participado en los ilícitos, de una u otra forma.
Dos de las cadenas de farmacias presentaron contestaciones al requerimiento de la FNE y ante el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC), una de ellas planteó un recurso de inaplicabilidad, el cual fue encontrado inadmisible por el tribunal constitucional.
A diferencia de las otras cadenas de farmacias, FASA se acercó a la FNE y entregó información que corroboraba algunos de los hechos de los que se les acusaba, llegándose a un acuerdo conciliatorio que fue ratificado ante el TDLC en una audiencia conciliatoria.
En el acuerdo, FASA corroboró que había mantenido una guerra de precios con su competencia que la llevó a vender productos por menos del costo; que recibieron en enero de 2007 la sugerencia, por parte de algunos laboratorios, de concertarse con su competencia para subir precios; que recibió y elaboró información para comunicar las alzas de precios a su competencia; que los medicamentos involucrados llegaron a tener precios casi idénticos en las tres cadenas; que reconocía haberse coludido en detrimento del consumidor.
¡Guatemala es primero!
Continuará.