El gobierno afirmó hoy que el acuerdo que alcanzó con el Club de París para cancelar una deuda de 9 mil 700 millones de dólares en cinco años no condicionará la política económica ni pondrá «en jaque» el futuro de los argentinos.
«No hay condicionamiento para nuestra política económica», dijo a Radio Continental el ministro de Economía, Axel Kicillof, quien indicó tener «una gran satisfacción» por el entendimiento. «Fue un trabajo muy arduo, no tiene muchos precedentes», sostuvo.
El funcionario afirmó que «el Club de París en general funciona en tándem con el Fondo Monetario Internacional». «Cuando un país está en dificultades pasa por la ventanilla del Fondo, pasa por el Club de París y se va de ahí con ciertas cadenas porque después tiene dictados sobre qué políticas tomar y cómo manejar su economía…nada de eso ocurrió aquí», agregó el Ministro, quien participó en las negociaciones que se celebraron en París y concluyeron el miércoles.
Kicillof explicó que lo adeudado al organismo acreedor se remonta a 2001, cuando Argentina declaró un cese de pagos de cerca de 100 mil millones de dólares.
«Siempre hubo voluntad del gobierno de llegar a un acuerdo», afirmó Kicillof, quien puntualizó que Argentina propuso «unos pagos mínimos y también una forma de cálculo donde estamos dispuestos a pagar más en la medida que vengan nuevas inversiones de los países del club».
En ese sentido, señaló que la deuda impaga limitaba las inversiones del sector privado en el país.
Para Kicillof con la consecución del acuerdo Argentina ha salido así del «paradigma de sobre endeudarse para la timba (especulación)».
Según un comunicado del Ministerio de Economía, el acuerdo con el grupo de 19 países acreedores, entre ellos varios europeos, Estados Unidos, Canadá, Japón, Israel, Rusia y Australia, reconoce una deuda de 9 mil 700 millones de dólares al 30 de abril de 2014. Asimismo establece un esquema de cancelación de la totalidad de la deuda en cinco años con un pago inicial en concepto de capital de 650 millones de dólares en julio de 2014 y de 500 millones de dólares en mayo de 2015, más intereses. El siguiente pago se realizará en mayo de 2016.
El Ministerio de Economía indicó como otros puntos centrales del acuerdo que «el monto acordado para los intereses asciende a 3% para los saldos de capital durante los primeros cinco años».
Se estableció además un pago mínimo que deberá afrontar el país sudamericano cada año y un criterio de pagos adicionales en caso de que se incrementen las inversiones provenientes de los países miembros del Club.
Por otro lado, si durante el plazo para cancelar la deuda «las inversiones adicionales fueran insuficientes, la república puede posponer los vencimientos hasta dos años más totalizando siete años, con lo que podría incrementarse el costo financiero en alrededor de un 1% adicional para el período completo».
El Ministerio destacó que «el esquema de pagos acordado reduce sensiblemente el costo financiero de esta deuda impaga, que actualmente acumula intereses y punitorios a una tasa promedio cercana al 7%», indicó.
Durante la negociación, la postura de Argentina fue que el FMI no monitoreara el proceso ni pusiera condiciones al país. El presidente Néstor Kirchner, antecesor y fallecido marido de la presidenta Cristina Fernández, dispuso que Argentina pagara en 2006 la deuda que mantenía con dicho organismo financiero por unos 9 mil 500 millones de dólares, con el que las relaciones se han caracterizado por sus vaivenes desde entonces.
Argentina efectuó en 2005 y 2010 sendas reestructuraciones de deuda con tenedores de bonos en cese de pagos. Sin embargo, un grupo de bonistas mantiene con el país un pleito judicial en el que le exige el cobro de unos mil 400 millones de dólares, lo que ha sido avalado por un juez estadounidense, apelado por el gobierno argentino y próximamente deberá ser dirimido por la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos.