El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, reiteró hoy su negativa a implicarse militarmente en el complicado conflicto sirio y, aunque prometió más «esfuerzos» internacionales para ayudar a la oposición al régimen de Bashar al Assad, no esbozó ninguna propuesta concreta.

«Por muy frustrante que resulte, no hay respuestas fáciles ni una solución militar que pueda eliminar pronto el terrible sufrimiento» de la población siria, dijo Obama en un discurso en la academia militar de West Point, en Nueva York, en el que delineó su política exterior para los poco más de dos años que le quedan al frente de la Casa Blanca.

   «Como presidente, tomé la decisión de que no debemos enviar tropas estadounidenses en esta guerra civil cada vez más sectaria y creo que es la decisión correcta», agregó.

   La prensa estadounidense había asegurado en los pasados días que Obama iba a hacer algún anuncio concreto respecto la asistencia a Siria, específicamente el envío de armas letales y el entrenamiento de los rebeldes moderados.

   Pero el mandatario eludió hoy comprometerse con ninguna opción y se limitó a prometer «más esfuerzos» para la oposición a Assad.

   «Trabajaré con el Congreso para aumentar el apoyo a aquellos dentro de la oposición siria que ofrecen la mejor alternativa a los terroristas y a un dictador brutal», se limitó a decir.