Inversión real versus financiera


Miguel-Saquimux-2012

Cuando una persona posee una considerable cantidad monetaria, tiene por lo regular tres opciones de destino para ese dinero, los cuales son el simple gasto, la inversión en la producción de bienes o servicios y la inversión en productos financieros. Para el caso específico de la presente publicación, la misma hará hincapié en lo que respecta a la inversión, tanto la real –dedicada a la producción de bienes y servicios– como la financiera.

Miguel Saquimux Contreras


La economía está determinada en gran medida por las decisiones de los agentes económicos, en donde estas oscilan en las disposiciones del cómo administrar los bienes escasos, todo con la finalidad de otorgar mayor nivel de satisfacción al sujeto. Sin embargo, en la actualidad muchas personas han rebasado la línea que cubre las necesidades más básicas, pasando al plano de las necesidades espirituales, y en algunos casos llegan hasta las que pueden señalarse de carácter egocentrista.

    En otras palabras, significa que la sed de incrementar cantidades monetarias a su favor, se ha vuelto una obsesión para varios de los seres humanos, en donde parece insaciable la voracidad con que se elevan las cuentas bancarias.

    El egoísmo en sí no es el problema, puesto que los grandes pensadores económicos de la historia afirmaban que esto conducía a querer estar en una mejor posición, lo que se traducía en que cada agente económico dotado de individualismo, se dedicaría a producir bienes y servicios en beneficio de la sociedad. Teóricamente pareciera no tener ninguna objeción, pero en realidad todo ha cambiado, de tal manera que hoy en día las personas prefieren mantener sus fondos en entidades financieras, antes de ejecutar una inversión real.

    Cuando se cotejan las inversiones reales y financieras, es donde puede comprobarse que estas últimas han ganado bastante terreno en los tiempos actuales, dado que, la preferencia de los agentes por percibir ingresos, sólo con depositar sus fondos en entidades financiera se ha vuelto una costumbre muy cómoda. Pero, esto también ha originado graves desastres en la economía mundial, porque el mercado de las finanzas se determina robustamente por las percepciones de los agentes, por el hecho de que los sujetos otorgan alto valor a las apreciaciones que se posean en ciertos productos financieras, específicamente en el respaldo que estos puedan brindar a sus demandantes.

    Las últimas dos severas crisis, mismas que considerablemente marcaron el rumbo de la economía mundial, coincidentemente se originaron en el seno del sistema financiero, en donde varios pensaban que estaban realizando exitosas inversiones, sin saber que lo único que hacían era gastar su dinero en inversiones sin respaldo.

    Se puede concluir que se le da mayor importancia a todo lo que incluye el complejo sistema actual de corriente monetaria –la cual es importante para la inversión real–, relegando a segundo plano la producción de bienes y servicios. Es decir, que mientras sea más rentable invertir en productos financieros que en la producción, el mundo tendrá un grave problema de descompensación en la oferta agregada, y derivado de ello una elevación de precios en los bienes y servicios, castigando como siempre a los grupos sin acceso a estas bondades del mercado.