Narendra Modi asumió hoy como primer ministro de India en una ceremonia de significado histórico, por la presencia del líder del archirrival Pakistán, cuya visita podría significar un deshielo en las relaciones entre los vecinos a menudo hostiles, que han librado guerras anteriormente.
La asunción de Modi es la primera a la cual India invitó a los líderes regionales. Los jefes de gobierno de Pakistán, Sri Lanka, Mauricio, Maldivas, Nepal y Afganistán asistieron a la ceremonia y Bangladesh estuvo representada por el presidente del parlamento.
Sin embargo, la atención se centró en el primer ministro paquistaní Nawaz Sharif.
El presidente indio Pranab Mukherjee tomó juramento a Modi y su gabinete ante la presencia de miles de invitados, incluso políticos, empresarios y astros del cine. El primer ministro saliente Manmohan Singh estaba sentado junto a Sharif.
Los analistas dicen que la presencia de Sharif señala un aflojamiento de tensiones entre los dos países vecinos provistos de armas nucleares. Pakistán e India han librado tres guerras desde que se independizaron de Gran Bretaña en 1947.
Modi y Sharif mantendrán conversaciones formales el martes.
Sharif dijo que su vista era «una gran oportunidad de tomar contacto mutuo» en una entrevista con NDTV. «Ambos gobiernos tienen un firme mandato. Esto podría ayudar a abrir una nueva página en nuestras relaciones».
Modi y su Partido Bharatiya Janata, nacionalista hindú, ganaron 282 de las 543 bancas en la cámara baja del parlamento, más de las 272 que necesita para tener mayoría. Los analistas dicen que esto le da a Modi la libertad de escoger sus prioridades sin verse restringido por socios de coalición.
Durante su campaña, Modi prometió que sus objetivos son un buen gobierno, la creación de empleos y la lucha contra la corrupción, un mensaje que tuvo eco entre los votantes.