Una jueza federal accedió al pedido del narcotraficante colombiano Diego Pérez Henao, uno de los fundadores del Cartel del Norte del Valle y líder de la banda Los Rastrojos, y pospuso su sentencia hasta agosto.
«El pedido del acusado de postergar la sentencia es aceptado. La audiencia de la sentencia será el 6 de agosto de 2014 a las 9.30», manifestó la jueza Patricia Seitz en una resolución firmada el 22 de mayo y que apareció el viernes en el expediente en línea del caso.
Pérez Henao, de 42 años, había solicitado a través de su nuevo abogado que la audiencia prevista para el 5 de junio fuera aplazada 60 días.
El colombiano, a quien la policía de su país considera uno de los criminales más siniestros y violentos, se declaró culpable en enero de asociación ilícita para fabricar y distribuir toneladas de cocaína, a sabiendas de que sería exportada de manera ilegal a Estados Unidos.
En esa oportunidad dijo que quería purgar su condena en Estados Unidos y regresar después a su país para criar a sus dos hijos. En Colombia aún tiene cargos pendientes por más de un centenar de homicidios.
Conocido también como Diego Rastrojo, Pérez Henao podría enfrentar una condena de entre 10 y 30 años de prisión y una multa de hasta 10 millones de dólares, además de cinco años de libertad condicional tras salir de la cárcel.
Entre las razones mencionadas al solicitar el aplazamiento, la defensa indicó que el nuevo abogado, Urbano, necesitaba «tiempo suficiente para revisar el caso» y prepararse para la sentencia dado que la condena «posiblemente resulte en el acusado muriendo en la cárcel».
Al exponer su pedido, el abogado Dennis Urbano dijo que se trata de «uno de los casos pendientes más importantes» en los tribunales federales del sur de Florida.
«Debido a la naturaleza complicada del caso y a asuntos relacionados con la sentencia, la defensa pide una postergación de 60 días de la sentencia», indicó Urbano en el documento que presentó a la jueza.
Pérez Henao fue extraditado a Estados Unidos en agosto de 2013 tras haber sido detenido en Venezuela en junio de 2012.
De acuerdo con la fiscalía, no solo participó en la fabricación de la droga sino que también invirtió para transportar decenas de miles de kilos de cocaína a Sudamérica y Centroamérica para que fuera después enviada a Estados Unidos.
Ecuador, Colombia, Guatemala, Venezuela y México son algunos de los países en los que habría operado su grupo.