Canadá construirá puerto en el írtico


Vista de la Isla de Baffin, desde un submarino canadiense.

Canadá construirá su primer puerto de aguas profundas y una base militar para apuntalar su reivindicación sobre el famoso Northwest Passage (Estrecho de Anián) y el lecho marino del írtico, que podrí­a contener enormes reservas de gas y petróleo, anunció el primer ministro Stephen Harper.


Un viejo muelle y un camino de tierra sobre un pueblo minero de Nanisivik, en Baffin Island, será transformado para poder aprovisionar las nuevas patrullas marí­timas árticas, dijo el jefe de Gobierno en un comunicado divulgado el viernes.

Además, las autoridades canadienses planean construir una base de entrenamiento militar en Resolute Bay, en el Northwest Passage, agregó.

«El principio básico sobre la soberaní­a del írtico es úselo o piérdalo», dijo Harper, quien indicó que las nuevas instalaciones «le comunican al mundo que Canadá tiene una presencia real, creciente y de largo aliento en el írtico».

El anuncio del primer ministro anticipa un importante ejercicio militar canadiense este fin de semana.

Canadá disputa con Rusia, Dinamarca, Noruega y Estados Unidos unos 1,2 millones de kilómetros cuadrados del lecho marino del írtico que, según algunas estimaciones, contiene el 25% de las reservas de petróleo y gas del mundo.

íšltimamente, esa rivalidad internacional ha crecido debido a que el derretimiento del hielo polar ha hecho que esa región sea más accesible y podrí­a abrir el Estrecho de Anián a la navegación durante todo el año para el 2050.

Las fuerzas canadienses han operado en el írtico desde 1898, cuando una fuerza voluntaria ayudó a mantener el orden durante la fiebre del oro, pero el gobierno canadiense recién estableció una presencia militar real en 1970, en Yellowknife.

Menos de 200 soldados y 1.500 guardias forestales están ahora establecidos permanentemente al norte del paralelo 60, garantizando la soberaní­a canadiense y seguridad sobre unos cuatro millones de kilómetros cuadrados.

Sin embargo, la Armada canadiense «no tiene la capacidad de patrullar efectivamente» las aguas del írtico, indicó el gobierno de Ottawa en una nota de prensa.

«La Armada puede solamente operar en las aguas nórdicas por un corto perí­odo de tiempo y solamente cuando no hay hielo», agregó.

Harper anunció el mes pasado sus planes de gastar 7.100 millones de dólares para construir entre seis y ocho buques patrulleros rompehielos de mediana talla para evitar que se viole el territorio norte de Canadá y reafirmar sus reclamos de soberaní­a sobre el írtico.

Pero la oposición reclamó aún más, y exigió que Harper cumpla su promesa de campaña de incorporar a la Armada tres rompehielos más grandes.

«Para ejercer nuestra soberaní­a, Canadá necesita naví­os que vayan a cualquier lugar, en cualquier momento en aquellas áreas que consideramos nuestras», dijo el lí­der del Partido de la Nueva Democracia, Jack Layton.

Los residentes locales, mientras tanto, exigen más puertos en el írtico para apuntalar la actividad económica y reducir la dependencia de las comunidades remotas en los puentes aéreos para importar sus insumos y alimentos.

«En el írtico hay enormes oportunidades para desarrollo económico diversificado, pero carecemos de tales herramientas obvias e instalaciones para embarcaciones», indicó Mary Simon, presidenta de Inuit Tapiriit Kanatami, en una carta a Nunatsiaq News.

Estados Unidos cuenta con tres viejos rompehielos.

Rusia comenzó a construir una nueva flota de rompehielos nucleares, y la semana pasada alcanzó el fondo del Océano írtico bajo el polo norte a una profundidad de 4.261 metros en un mini-submarino, para instalar allí­ una bandera rusa.

Canadá tiene un viejo rompehielos grande y cinco más pequeños. «Demasiado poco para el tamaño de nuestro írtico», según Robert Huebert, un experto en geopolí­tica del írtico de la Universidad de Calgary.

«Ya es hora de que nos tomemos la soberaní­a del írtico seriamente» después de ignorar durante mucho tiempo la frontera norte, dijo Huebert a la AFP.

El experto destacó que empresas petrolí­feras como Exxon e Imperial anunciaron el mes pasado inversiones por cientos de millones de dólares en el Mar de Beaufort.

«Mucha más gente va a hacer más cosas en el írtico y tenemos que estar listos para reivindicar lo que queremos controlar y demostrar que podemos controlar lo que reivindicamos», dijo Huebert.