Lewis Hamilton vuelve a estar en lo más alto del Mundial de Fórmula Uno casi dos años después, tras vencer ayer en Barcelona por cuarto Gran Premio consecutivo esta temporada.
Fue también la quinta victoria en las cinco carreras disputadas para la escudería Mercedes cuyo otro piloto, el alemán Nico Rosberg, acabó segundo a solo 0.6 segundos de diferencia y también oficia de escolta en el campeonato, con 97 puntos por los 100 de Hamilton.
Tras un apretado y emocionante final con su coequipero, el piloto británico, que no lideraba el campeonato desde junio de 2012, cuando ganó el GP de Canadá con la escudería McLaren, vuelve a aspirar a proclamarse campeón como hiciera en 2008 con el equipo de Woking.
«Venir a Mercedes hace dos temporadas fue una gran decisión y nunca dudé de ella, aunque muchos la cuestionaran. Creo que tenemos el mejor motor que el equipo haya hecho jamás», subrayó Hamilton, quien ganó su 26ta carrera, superando al legendario Niki Lauda, actual miembro de la escudería plateada.
La superioridad de Mercedes en este inicio de campaña sobre el resto de sus rivales es notable, y en Barcelona Hamilton sacó 49 segundos de ventaja sobre el tercer clasificado, el australiano Daniel Ricciardo, de Red Bull, quien consiguió el primer podio de su carrera.
«Sabíamos que una carrera aburrida sería buena para nosotros. No teníamos el ritmo de Mercedes, sino de un coche para tercer lugar, y así fue», resumió Ricciardo.
El equipo germano lidera también el mundial de constructores con 197 puntos por 84 de Red Bull, 66 de Ferrari y 57 de Force India.
Tras el primer triunfo de Rosberg en el GP inaugural de Australia, Hamilton y el alemán han ocupado consistentemente los dos primeros lugares del podio, con el británico en todo lo alto en Malasia, Bahréin, China y España, sucesivamente.
«Es increíble», admitió un radiante Hamilton, quien se declaró «feliz» por ganar por primera vez en Barcelona y se congratuló del poderío de su monoplaza. «Nunca he tenido un coche como este, ni diferencias respecto al resto como estas. Me siento dichoso de haber logrado mantener a Rosberg detrás hoy».
En otra meritoria actuación, el alemán Sebastian Vettel, ganador de los últimos cuatro Mundiales con Red Bull, remontó para finalizar cuarto, a 76.7 segundos de Hamilton.
Vettel batalló el viernes en los entrenamientos libres y el sábado en la clasificación, en la que sufrió un problema con la caja de cambios y luego una sanción de cinco puestos por parte de la FIA, con lo que salió en el 15to lugar de la parrilla.
El finlandés Valtteri Bottas, de Williams, fue quinto por delante del español Fernando Alonso, quien acabó sexto tras clasificar en el séptimo puesto con Ferrari. Su compañero, el finlandés Kimi Raikkonen, finalizó séptimo ayer.
Los Mercedes dominaron a lo largo del fin de semana y Hamilton salió desde el primer lugar por 35ta vez en su carrera, con Rosberg, líder previo del Mundial, justo detrás. Y así acabaron, pegados el uno al otro, tras 66 trepidantes vueltas al trazado de Montmeló.
«Empecé mal en la salida y me faltó una vuelta al final. Quizás con una más le hubiera adelantado. Podría haber intentado una maniobra kamikaze, pero no tenía sentido. Intentaré ganarle la próxima vez», comentó Rosberg, igualmente elogioso de la labor de sus ingenieros. «Gracias a todo el trabajo, estamos convirtiéndonos en el mejor equipo de la Fórmula Uno. Red Bull sigue estando allí, pero les estamos moviendo la silla y creo que podemos posicionarnos como los mejores y dominar largo tiempo», opinó.
Muy por detrás de los pilotos de Mercedes quedó Alonso, quien ganó su último Gran Premio el año pasado sobre el asfalto barcelonés.
«Hamilton y Rosberg tienen una ventaja de puntos y de prestaciones importante. Este año parece que pueden ganar todas las carreras si se lo proponen», comentó el asturiano. «Intentaremos mejorar, pero este sexto puesto no es ninguna sorpresa. Hemos vuelto a la realidad», zanjó el dos veces campeón.
Alonso es apenas el segundo piloto en haber ganado en Montmeló partiendo más allá de tercer lugar, cuando salió en quinta posición en 2013, pero no logró repetir la gesta en esta ocasión. De los 23 grandes premios disputados sobre el trazado catalán, 15 fueron ganados por el inquilino de la «pole».
El mexicano Sergio Pérez, de Force India, acabó noveno, y su compañero Nico Hulkenberg (10mo) y el francés de Lotus Romain Grosjean (8vo) entraron también en los puntos.
«Fue una tarde difícil, así que sacar dos puntos no está nada mal. Fui a buen ritmo y los neumáticos aguantaron. Quizás podríamos haber sido más agresivos con la estrategia», expuso Pérez.
Fuera de los puntos quedaron el también mexicano Esteban Gutiérrez, 17mo con Sauber, y el venezolano Pastor Maldonado, de Lotus, vencedor en 2012 en Barcelona, quien finalizó 15to tras arrancar desde el último lugar de la parrilla.
«No podemos estar contentos con este resultado», reconoció Gutiérrez. «Empecé bien, pero luego fui perdiendo posiciones. No debemos perder la motivación. Esta semana hay tests y esperamos arreglarlo».
Maldonado, por su parte, evaluó pros y contras. «Tuvimos ritmo y dimos un paso adelante, aunque nos faltó velocidad en las rectas y no pudimos avanzar. Es decepcionante pero estaba difícil saliendo tan atrás», admitió el venezolano.