Un fuerte sismo ocurrido al mediodía del jueves con epicentro en el estado de Guerrero remeció la ciudad de México y zonas aledañas, lo que provocó la salida a las calles de cientos de trabajadores que laboran en edificios de oficinas.
El temblor tuvo una magnitud de 6,4 a unos 15 kilómetros al norte del poblado de Tecpán de Galeana, a unos a unos 277 kilómetros (117 millas) del suroeste de Ciudad de México, de acuerdo con el Servicio Geológico de Estados Unidos.
No hubo reportes inmediatos de heridos o daños.
El sismo tuvo una gran profundidad de 23 kilómetros (15 millas). En la ciudad turística de Acapulco, aledaña al epicentro, apenas se sintió un temblor leve, constató un periodista de The Associated Press allí.
Carmen López, una mujer de negocios elegantemente vestida y oriunda de Michoacán, salía de un edificio de oficinas de la Ciudad de México en el centro cuando el suelo empezó a removerse.
Corrió por la calle a una arbolada mientras los postes de luz se balanceaban violentamente.
«Que susto, demasiado susto», dijo López, y rápidamente empezó a marcar su teléfono celular para alertar a los amigos y familiares.
Detrás de ella, miles de personas salieron de los edificios siguiendo rutas de evacuación previamente programadas a áreas que son consideradas como seguras ante la posibilidad de que caigan vidrios.
La Ciudad de México es vulnerable a los terremotos distantes o de gran profundidad porque buena parte de la urbe se asienta sobre sedimentos fangosos producto de lagos que fueron drenados décadas atrás.
Con cada onda telúrica, la tierra se agita como gelatina.
En abril 18, un fuerte temblor de 7,2 con epicentro en Guerrero remeció la capital.
En 1985, un terremoto de magnitud 8,1 mató al menos a 6.000 personas y destruyó muchos edificios en la ciudad de México tuvo su epicentro a 400 kilómetros (250 millas) de distancia en la costa del Pacífico.