La CC para Dummies


Editorial_LH

Ante el avance tecnológico y la necesidad de explicar nuevos procedimientos a personas sin conocimientos suficientes, surgió la presentación de libros para “dummies”, es decir para tontos, en los que se detallaba paso a paso la explicación para que hasta el más burro pudiera entenderla. Siendo el caso de que para el Presidente de la Corte de Constitucionalidad todos los ciudadanos que criticamos el comportamiento de los magistrados somos burros o “dummies”, es preciso que se haga un notable esfuerzo para que podamos entender cómo es que funciona la ley en nuestro país.


El caso del Banco del Café es otro que sirve para ilustrar cuán divorciados están el conocimiento y el sentimiento popular con la notable sabiduría, profunda sapiencia jurídica, extraordinario conocimiento y suprema experiencia, además de la devoción por la búsqueda de la justicia, que caracteriza a los magistrados titulares y suplentes de la Corte de Constitucionalidad, puesto que cuesta mucho entender cómo es que si los sindicados recusaron a un juez y éste dejó de conocer el caso porque fue ascendido a magistrado de una Sala de Apelaciones, la Corte de Constitucionalidad resuelve que la recusación no se aplica al juez, sino al tribunal y por lo tanto también se volaron al sustituto.
 
Para cualquier ciudadano y para los juristas que no tienen el elevadísimo nivel de los magistrados de la Corte de Constitucionalidad, cuando se recusa a un juez es porque se supone parcialidad del mismo. Si por alguna razón es removido o sustituido, la recusación pierde materia, pero para la Corte de Constitucionalidad, específicamente en el caso de la millonaria estafa del Banco del Café, no ocurre así.

El que un ciudadano piense que habiendo tanto dinero en juego hay también muchos intereses sobre la mesa es irrelevante porque no se puede dudar de la sabiduría, entrega, talento, conocimientos y hasta de la infalibilidad de los magistrados de la Corte de Constitucionalidad. El Pontífice de la Iglesia Católica es una babucha en términos de infalibilidad comparado con nuestros ilustrísimos magistrados, encabezados por el brillante Molina Barreto que tan dignamente los preside y representa y quien tuvo a bien recordarnos a todos que somos “dummies”, para no decir imbéciles.
 
 El que en un caso como el de una estafa en la que le volaron a los ahorrantes más de mil millones la Corte de Constitucionalidad resuelva de una manera que parece incomprensible no tiene nada que ver. Los señores González seguramente no tienen ninguna influencia en un tribunal tan impoluto y únicamente ha prevalecido el imperio de la ley y el señorío de la justicia.
 

Minutero
No peque de mal pensado
pues en el Banco del Café
todo fue de buena fe
y a nadie han sobornado