El líder extremista islámico de Nigeria amenazó con «vender» a las más de 200 adolescentes secuestradas de una escuela en el remoto noreste del país hace tres semanas, según un comunicado grabado en video visto hoy.
En el video revisado por The Associated Press, Abubakar Shekau también se hizo responsable por primera vez del secuestro masivo del 15 de abril.
Asimismo, amenaza con atacar más escuelas y secuestrar más jóvenes.
«Yo secuestré a sus hijas», dijo el líder de Boko Haram, cuyo nombre significa «la educación occidental es pecaminosa».
«Por Alá, voy a venderlas en el mercado», expresó en el video de una hora, en el que describió a las niñas como «esclavas». Las imágenes comienzan con combatientes armados con fusiles automáticos y disparando al aire mientras corean «¡Allahu akbar!», o «¡Dios es grande!».
No quedó claro de inmediato si el video fue hecho antes o después de que la semana pasada surgieron informes de que algunas de las jóvenes fueron obligadas a casarse con sus secuestradores —quienes pagaron una cuota nominal por matrimonio equivalente a 12 dólares— y de que otras fueron llevadas a los vecinos Camerún y Chad. Esos informes no pudieron ser verificados.
En el video, Shekau también indica que las estudiantes «seguirán como esclavas con nosotros». Esa parece una referencia a la antigua costumbre del yihad de esclavizar a las mujeres capturadas en una guerra santa, que entonces pueden ser usadas como esclavas sexuales.
«Ellas son esclavas y las venderé porque tengo el Mercado para venderlas», agregó en la lengua Hausa del norte de Nigeria.
Un intermediario, que ha dicho que Boko Haram está dispuesto a negociar rescates a cambio de las adolescentes, también dijo que dos de las mujeres secuestradas han muerto por mordeduras de serpiente y que otras 20 están enfermas.
Afirmó que algunas de las jóvenes cristianas entre las secuestradas se han visto obligadas a convertirse al islam. El hombre, un erudito islámico, habló bajo condición de guardar el anonimato porque está en una posición delicada.
La policía de Nigeria ha dicho que más de 300 jóvenes fueron secuestradas. De ese número, 276 permanecen en cautiverio y 53 han escapado.
El secuestro masivo y el fracaso de los militares para rescatar a las jóvenes ha despertado la indignación nacional, con protestas en las principales ciudades. Los manifestantes acusan al presidente Goodluck Jonathan de ser insensible a la situación difícil que viven las rehenes.
Un líder de una marcha de protesta acusó el lunes a la primera dama, Patience Jonathan, de haber ordenado la detención de dos líderes de las protestas, de expresar dudas de que hubiesen ocurrido los secuestros y de asegurar que los propios líderes de la protesta pertenecen a Boko Haram.
La oficina de la primera dama negó que hubiera arrestos, pero Saratu Angus Ndirpaya, una residente de Chibok, dijo que varios agentes del Servicio de Seguridad del Estado la detuvieron junto con la líder de una protesta, Naomi Mutah Nyadar, y las llevaron a una comisaría de policía el lunes, luego de que participaron en una manifestación a lo largo de la noche frente a la residencia presidencial en Abuja, la capital.