Portugal no va a solicitar una línea de crédito protectora una vez que el gobierno cumpla con los requerimientos impuestos por sus acreedores internacionales como parte de un paquete de rescate de 78.000 millones de euros (107.000 millones de dólares), dijo su primer ministro el domingo.
El gobierno de Pedro Passos Coelho se apresta a recuperar soberanía financiera sobre la economía el 17 de mayo, luego de tres años de vivir bajo instrucciones del Fondo Monetario Internacional, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo.
«Es la decisión apropiada en el momento apropiado», dijo Passos Coelho, y añadió que el gabinete había tomado esa decisión «tras deliberar y revisar cuidadosamente todos los pros y contras». Una línea de crédito protectora habría actuado como red de seguridad para la economía, pero vendría con requerimientos.
El paquete de rescate del 2011 impidió una bancarrota nacional, pero Portugal tuvo que aceptar fuertes incrementos de impuestos y el fin de añejas prestaciones laborales, además de la implementación de recortes en salarios, pensiones y prestaciones sociales.
Passos Coelho dijo que el gobierno había decidido que no va a pedir ayuda financiera adicional porque ahora puede solicitar préstamos en mercados internacionales «sin restricciones».
El vicepresidente de la Comisión Europea, Siim Kallas, dijo en Bruselas que Portugal había realizado «grandes esfuerzos y sacrificios» que habían resultado, pues «la cuenta corriente externa ha pasado de un gran déficit a un superávit, el déficit presupuestario ha sido reducido en más de la mitad y el acceso a mercados de deuda soberana ha mejorado considerablemente».
Christine Lagarde, directora del FMI, saludó también la decisión, y dijo que las autoridades portuguesas habían establecido un sólido historial a la hora de lidiar con problemas estructurales arraigados.
«Esto es un buen augurio en momentos en que Portugal emerge del programa respaldado por la UE y el FMI», dijo.