En un alarde de unidad occidental de cara a Ucrania, el presidente estadounidense Barack Obama y la canciller alemana Angela Merkel amenazaron a Rusia con tomar sanciones más fuertes y amplias si Moscú no muestra inmediatamente un cambio de conducta.
«No nos quedará otra opción que aplicar sanciones adicionales y más severas» si Rusia trastorna las elecciones presidenciales ucranianas previstas para el 25 de mayo, dijo Obama en conferencia de prensa junto con Merkel frente a la Casa Blanca.
Merkel asintió: «Las nuevas sanciones serán inevitables».
Los dos gobernantes expresaron claramente que el paso siguiente será imponer sanciones a diversos sectores de la economía o las fuerzas armadas rusas —por ejemplo, en materia de energía o armamento_, pero ninguno de los dos aclaró concretamente en qué consistían.
«Es necesario disuadir (al presidente ruso Vladimir Putin) de su rumbo actual», dijo Obama.
También quedó en claro que hay diferencias entre Washington y Berlín en materia del espionaje exterior estadounidense, en referencia a denuncias anteriores de que habían escuchado conversaciones personales de Merkel en su teléfono celular.
«Hay algunas brechas que se deben salvar», dijo Obama. Merkel se expresó también con términos diplomáticos, pero algo más duros: «Tenemos diferencias de opinión que debemos resolver».
Mientras se reunían los dos gobernantes, la Unión Europea anunció que en las próximas semanas mantendría conversaciones con Ucrania y Rusia sobre el precio del gas natural para tratar de evitar cualquier interrupción del suministro. Moscú elevó recientemente el precio del gas a Ucrania, de 268,50 a 485 dólares el millar de metros cúbicos y amenazó con reducir el suministro si Kiev no acepta el precio nuevo y paga una deuda de 3.500 millones de dólares.
El viernes, fuerzas prorrusas derribaron dos helicópteros ucranianos y Kiev informó que muchos rebeldes murieron o resultaron heridos en la primera gran ofensiva del gobierno interino contra una insurgencia que ha tomado edificios de gobierno en el este.
El Kremlin dijo que la ofensiva de Kiev contra los insurgentes «destruyó» el acuerdo celebrado en Ginebra hace dos semanas para distender la situación.
Obama y Merkel coincidieron en que la situación en Ucrania se debería resolver por la vía diplomática.
Obama dijo que Putin tiene derecho a expresar lo que piensa sobre los sucesos en Ucrania, pero es inaceptable que crea «tener poder de veto» sobre las decisiones tomadas por un gobierno legítimamente electo en Kiev.
A medida que se ha agravado la crisis en Ucrania, Merkel es quizá el gobernante europeo que más veces ha hablado con Putin. Debido a ello, Washington la considera una vía de comunicación crucial además de una participante clave para impedir que otros países europeos abandonen las sanciones.
Al menos tres muertos en enfrentamientos
Al menos tres personas murieron hoy en la ciudad portuaria ucraniana de Odesa en fuertes enfrentamientos que se produjeron entre manifestantes ucranianos y prorrusos.
Otros 15 manifestantes y tres policías resultaron heridos, informó la delegación regional del Ministerio del Interior en su página web.
Los enfrentamientos, que continúan a estas horas, están teniendo lugar alredor del cuartel general de la administración regional. En algunas imágenes de fotógrafos de prensa puede verse el edificio en llamas.
La importante ciudad portuaria, situada en el sur del país, se había mantenido hasta ahora una situación relativamente tranquila.