Una oportunidad única para tomarse una fotografía con una ardilla silvestre no salió como esperaba para un adolescente que terminó azorado pero ileso.
Brian Genest, de 17 años, dijo ayer que vio lo que parecía una ardilla amistosa sobre un barandal mientras caminaba por el parque John Chestnut, cerca de Tampa, Florida. Había hecho un viaje desde Auburn para visitar universidades.
Genest se tomó una foto con la ardilla. Pero el flash y los ruidos de la cámara de su teléfono asustaron a la ardilla, que trepó por su camiseta y lo agarró por la espalda para luego salir corriendo.
«Estaba en un lugar donde no alcanza el brazo», dijo Genest. «Me tiré al suelo y eso la ahuyentó».
La madre de Genest, Paula Wright, tomó fotos de todo el alboroto y las publicó en su cuenta de Instagram.
Genest se había acercado a la ardilla haciendo ruidos con la lengua.
«Creo que aprendió una lección de la ardilla de que en realidad no es su amiga», dijo su madre, quien agregó que ni su hijo ni la ardilla resultaron heridos.